SEGOVIA, 30 julio (EUROPA PRESS)

La localidad segoviana de Fuentidueña ha sido el escenario de la nueva edición de la 'Noche en Blanco y Negro' de la Diputación de Segovia, un evento que se ha celebrado años anteriores en Sepúlveda, Turégano, Ayllón, Riaza y El Espinar.

En esta ocasión, la institución provincial ha elegido una población de menos de 200 habitantes, que ofrece al visitante un conjunto histórico de Interés Cultural, escenario único para esta iniciativa.

La Plaza de la Villa, el parque de San Lázaro y la Iglesia de San Miguel fueron los tres lugares en los que se instalaron sendos pianos de cola en los que se interpretaron obras clásicas, bossanovas, boleros, jazz o adaptaciones al pop-rock o versiones, con Manuel Tévar, Luzía Molina y del Maestro Moriles, el Pablo Igualada Trío, el dúo Rock Suite, Miguel Ángel Recio y el dúo Berlinches.

En conjunto, once músicos que fueron alternándose en los tres escenarios. Desde el atardecer, la velada se enriqueció con la iluminación de velas en cada zona musical, envolviendo la villa en una atmósfera especial.

A la fiesta acudieron el presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, y el diputado de Cultura, José María Bravo. De Vicente destacó que "Fuentidueña, un municipio pequeño, hoy ha crecido al albergar una iniciativa tan mágica".

Como es habitual en la 'Noche en Blanco y Negro', de forma previa a las actuaciones profesionales, varios niños y jóvenes de distintas escuelas de música de la provincia pudieron dedicar unos minutos a interpretar libremente su música preferida, en un tiempo de improvisación que convierte a este festival en una fiesta participativa.

El broche del festival tuvo lugar en el escenario ubicado en el Parque de San Lázaro, junto al puente romano, iluminado con velas, donde tuvo lugar el concierto final protagonizado por los once músicos participantes.