
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial de Soria que condenó a un hombre a 13 años de prisión por una serie de graves delitos, incluyendo agresión sexual, maltrato y vejaciones a una menor de 15 años. Esta decisión es un claro mensaje de que la justicia tomará medidas severas contra quienes abusan de su posición de poder y confianza.
Además de la pena de cárcel, el tribunal ha dictado la prohibición de acercarse a la víctima durante un periodo de 15 años y ha establecido una libertad vigilada de diez años. El condenado también enfrentará una inhabilitación especial para trabajar o entrar en contacto con menores durante 18 años, y se le ha requerido indemnizar a la víctima con 2.000 euros por los daños morales ocasionados por sus acciones.
Notablemente, la sentencia contempla la posibilidad de que la prisión se sustituya por la expulsión del país, después de que el condenado cumpla dos tercios de su condena. Además, se le puede conceder acceso a un régimen de tercer grado o libertad condicionada, con la restricción de que no podrá volver a España durante los próximos diez años. Este fallo todavía puede ser apelado ante el Tribunal Supremo en un plazo de cinco días.
El acusado había mantenido una relación sentimental con la víctima, quien, en el momento de los hechos, contaba con solo 15 años, mientras que él era 20 años mayor. Inicialmente, intentó ocultar su verdadera edad, afirmando erróneamente ser de 19 y luego de 25 años, cuando la realidad era que tenía 35. Tanto la menor como su madre le habían advertido sobre la edad de la chica, subrayando la grave irresponsabilidad del hombre.
La relación comenzó en diciembre de 2022 a través de Instagram, donde intercambiaron mensajes privados y compartieron fotos íntimas bajo la premisa de que eran de un solo uso. A partir de enero de 2023, se encontraron en persona, iniciando una relación que se volvió problemática rápidamente, con el acusado exhibiendo comportamientos celosos y controladores, incluyendo exigencias sobre la ubicación de la joven y el control total de sus redes sociales.
La situación se tornó aún más alarmante cuando, en al menos dos ocasiones durante sus encuentros, el acusado obligó a la menor a tomar la pastilla del 'día después', enfatizando la manipulación a la que estuvo sometida. Tras la ruptura de la relación, la joven acudió al trabajo del acusado, donde un enfrentamiento culminó en una agresión física, destacando la violencia a la que fue sometida. Este caso pone de manifiesto la necesidad urgente de proteger a los menores de situaciones de abuso y manipulación por parte de adultos.”
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.