Crónica Castilla y León.

Crónica Castilla y León.

Ponferrada (León) recibe reconocimiento como Conjunto Histórico de Interés Cultural.

Ponferrada (León) recibe reconocimiento como Conjunto Histórico de Interés Cultural.

VALLADOLID, 6 de noviembre

En una decisión significativa, el Consejo de Gobierno ha proclamado el municipio de Ponferrada, en la provincia de León, como Bien de Interés Cultural, otorgándole la categoría de Conjunto Histórico durante su reunión del jueves 6 de noviembre.

El portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, subrayó que esta declaración no solo preserva el patrimonio histórico de la localidad, sino que también promueve una valoración integral de su desarrollo urbano a lo largo del tiempo.

Entre los elementos que componen el Conjunto Histórico se destaca un recorrido que va desde el emblemático Castillo hasta la Plaza de la Encina, incluyendo la calle del Reloj y la Plaza del Ayuntamiento, donde se erige la antigua Iglesia de San Antonio. Este enclave mantiene viva la memoria de su pasado.

La riqueza arquitectónica de Ponferrada se manifiesta a través de construcciones relevantes como el Castillo, ya reconocido como Bien de Interés Cultural, y otros patrimonios destacados, incluyendo el Puente sobre el río Sil, la Basílica de La Encina y varias iglesias de gran importancia histórica como la de San Andrés y el Convento de las Concepcionistas Franciscanas.

Situada al oeste de León, Ponferrada es el corazón de la comarca del Bierzo y se encuentra rodeada de majestuosas montañas, incluyendo la cordillera Cantábrica y los Montes Aquilianos, que contribuyen a su pintoresco entorno.

El Gobierno autonómico ha recordado que el surgimiento de la ciudad se remonta a una meseta entre los ríos Sil y Boeza, con raíces documentales que se asientan en el siglo XI, cuando el obispo Osmundo decide construir un puente para facilitar el tránsito de los peregrinos en su camino a Santiago, dando origen a su nombre, Pons Ferrata.

La importancia estratégica de Ponferrada en el Camino de Santiago, junto a su posición geográfica, fue fundamental para el florecimiento de esta localidad.

En el mismo lugar donde se erguía un antiguo asentamiento de la Edad del Hierro, se construyó en el siglo XII un castillo por parte de los Templarios, quien lo recibió como donación por parte de los Reyes de León en 1178. Este castillo, edificado entre 1218 y 1282, fue clave para proteger a los peregrinos y la región, consolidando el dominio templario en la zona.

Ponferrada experimentó un notable desarrollo urbano entre los siglos XVI y XVIII, período en que se levantaron sus edificaciones más emblemáticas, tales como el Hospital de la Reina y el Ayuntamiento, que contribuyen al esplendor del casco histórico.

En el siglo XIX, la ciudad se convirtió en un punto neurálgico para las comunicaciones ferroviarias, facilitando el transporte entre Galicia y el resto del país, gracias a los ricos yacimientos de mineral que se descubrieron en la región.

Con el inicio del siglo XX se dio un impulso económico y urbano sin precedentes, a raíz de la explotación de recursos minerales, transformando a Ponferrada en la capital funcional de la cuenca del Sil. La llegada de la empresa Minero-Siderúrgica de Ponferrada en 1918 propició una expansión urbana que modificó profundamente la estructura de la ciudad.

Entre 1940 y 1960, la explotación de las industrias del carbón y del hierro llevó a Ponferrada a convertirse en una robusta ciudad industrial, siendo que todavía hoy se preservan vestigios de la trama urbana original en ciertas zonas del casco histórico.