El exalcalde socialista de Valladolid, Óscar Puente, ha ofrecido un discurso crítico desde la oposición durante la investidura de su sucesor en el cargo, Jesús Julio Carnero del Partido Popular (PP). Puente ha defendido la legitimidad del Gobierno formado por PP y Vox dentro de las normas democráticas, aunque ha advertido al nuevo regidor de que sus socios le pueden arrastrar al sectarismo.
Puente ha recordado algunos de los reproches recibidos por parte del PP cuando fue investido alcalde por primera vez hace ocho años, con críticas a quien le precedió en el cargo, Javier León de la Riva, con un repaso a la "herencia" que deja en la ciudad y con varias preguntas sobre cómo abordará el nuevo Gobierno municipal con Vox algunas cuestiones de la vida municipal.
En su discurso, Puente ha insistido en que él considera a Jesús Julio Carnero el alcalde legítimo de Valladolid y su Gobierno también, aunque apunta que aún se desconoce la composición del nuevo Ejecutivo. "El desde hoy alcalde no ha sido el candidato más votado por la ciudadanía y sin embargo eso no le resta un ápice de legitimidad, guste más o guste menos", ha asegurado.
Sin embargo, en tono irónico, ha añadido que a él el acuerdo entre PP y Vox no le gusta "nada". Asimismo, Puente ha lamentado la inclusión en el Gobierno de una formación política que, a su juicio, "hace de la intolerancia, el negacionismo, el machismo y la xenofobia sus principales señas de identidad" y que "camufla" la violencia de género con el calificativo "intrafamiliar" cuando considera que no es lo mismo.
Puente ha cuestionado cómo el nuevo alcalde abordará con Vox algunas cuestiones de la vida municipal, como el centro de igualdad municipal que ayuda a las mujeres víctimas de violencia de género o qué va a pasar con el diálogo social o con el festival de cine Seminci, en referencia a unas declaraciones de García-Gallardo en la última edición sobre el supuesto adoctrinamiento que en él se produce.
El político socialista ha querido destacar que el "relevo democrático" entre un alcalde y otro, cuando son de distintos partidos, es importante que se lleve a cabo con normalidad y que el alcalde saliente esté presente en la toma de posesión como concejal "o como mero invitado", lo que ha llevado a una crítica a León de la Riva, quien no asistió en 2015 a la sesión constitutiva de la Corporación después de perder la Alcaldía y de ser inhabilitado por sentencia judicial.
En cuanto a las ventajas y desventajas que el nuevo regidor tendrá en su labor, Óscar Puente ha señalado que tendrá la ventaja del "importante apoyo de la Junta", aunque ha anticipado posibles polémicas a causa del "sectarismo" de Vox. Ha recordado que el "segundo gran problema" de Carnero serán los dilemas que tendrá que enfrentar con sus compromisos electorales, como el estadio de fútbol nuevo, la ampliación del puente de poniente o el soterramiento.
La primera "prueba de juego" será, en opinión de Puente, la primera Junta de Gobierno, cuando "tendrá que decidir si cumple con su programa o adjudica al Real Valladolid el Estadio y sus anexos los próximos 50 años para la construcción de la ciudad deportiva y su reforma a cargo del club".
Por último, Puente ha reiterado a Carnero que está a su disposición y ha reconocido que en los ocho años en los que ha sido alcalde ha puesto la ciudad "por delante de muchas cosas, quizá demasiadas".
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