VALLADOLID, 24 de octubre.

La reconocida actriz Shu Qi se ha aventurado en la dirección con su película debut titulada 'Girl', presentada en España. Este trabajo cinematográfico ofrece una mirada profunda y conmovedora a las complicadas dinámicas familiares, los ciclos de abuso y las normas socioculturales que a menudo perpetúan el sufrimiento.

Estrenada en el Festival de Venecia y mostrada fuera de competencia en la Sección Oficial de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (conocida como Seminci), <'Girl' se configura como una narrativa de crecimiento personal, enfocándose en la búsqueda de liberación de los traumas heredados.

Situada en Taiwán en 1988, durante un período de crisis económica, la película narra la historia de una familia atrapada en un ciclo de violencia doméstica, consumo de alcohol y una profunda frustración social. En este escenario desolador, la joven Hsiao-lee (interpretada por Xiao-Ying Bai) trata de encontrar su camino a través del caos emocional que la envuelve, con un padre alcohólico (Roy Chiu) y una madre (Esther Liu) que oscila entre ser víctima y agresora.

El filme retrata cómo Hsiao-lee, obligada a asumir responsabilidades prematuramente, encuentra un refugio en una nueva amiga que le abre las puertas a un mundo en el que se siente protegida.

Shu Qi ha logrado construir una narrativa que incomoda y hace reflexionar, creando una obra que invita a una profunda empatía hacia sus personajes femeninos. Con una puesta en escena austera y una estética visual calculada, la directora se aleja del sentimentalismo y opta por la contención, permitiendo que el dolor y la violencia de la vida cotidiana se expresen por sí mismos.

Las interpretaciones de Esther Liu, en su papel de madre desgastada, y Roy Chiu, quien con su frase "sois míos" encapsula la esencia de su personaje, constituyen el corazón emocional de una película que examina la compleja temática de los límites entre víctimas y verdugos.

'Girl' utiliza tomas prolongadas y silencios significativos, junto a un estilo visual que rinde homenaje al cine taiwanés de la década de los ochenta.

A lo largo de sus 124 minutos, la directora se adentra en las marcas del trauma, la herencia emocional y la sutil línea que separa la resistencia de la resignación. En lugar de ofrecer soluciones simplistas o catarsis satisfactorias, 'Girl' invita al espectador a enfrentar el dolor y a entender que, en ocasiones, la supervivencia consiste simplemente en aprender a coexistir con las heridas que llevamos dentro.