Crónica Castilla y León.

Crónica Castilla y León.

Vinos de Castilla y León: Excelencia y Distinción en la Cima de España.

Vinos de Castilla y León: Excelencia y Distinción en la Cima de España.

Diecisiete figuras de calidad en el mundo del vino buscan abrirse paso en el mercado internacional, ofreciendo productos que se destacan por su inigualable calidad.

VALLADOLID, 8 Dic. — Tintos, blancos y rosados nacen de las más de 82.000 hectáreas de viñedos que florecen en Castilla y León, una región reconocida por su rica tradición vitivinícola que "cautiva" a los paladares más exigentes. La calidad y singularidad de los vinos de esta tierra los colocan en una posición privilegiada en el "top" de las referencias vinícolas de España.

La comunidad se enorgullece de contar con un sector vinícola que no solo es uno de los pilares de su economía, sino que aporta una interesante facturación de 1.000 millones de euros, representando el 3,1 por ciento del PIB regional y generando 33.000 empleos, de los cuales 18.000 son directos. En total, el territorio agrupa 16 figuras de calidad repartidas entre sus nueve provincias, además de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Vino de la Tierra de Castilla y León.

Es el río Duero quien define en gran medida el carácter de estos vinos emblemáticos. Este patrimonio vitinícola de la comunidad también se enriquece con el clima atlántico que influye en las producciones de El Bierzo y la particularidad microclimática de la Sierra de Salamanca y Cebreros.

Los vinos de Castilla y León son catalogados como el "ariete" que representa la calidad vitivinícola en España y en el mundo, expresa Enrique Pascual, presidente del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero, quien añade que los vinos de esta comunidad pueden afirmar "con humildad, pero también con orgullo", que se encuentran entre los mejores del país.

La DO Ribera del Duero, la única que lleva el nombre del emblemático río, es la más extensa de la región, con más de 26.000 hectáreas de viñedos, mayormente plantadas entre los años 80 y principios del siglo XXI en las provincias de Burgos, Segovia, Soria y Valladolid.

Las uvas de esta DO son responsables de la elaboración de magníficos tintos, así como también rosados y blancos, reconocidos por su "equilibrio" en términos de "gradación, acidez y tanino". Pascual subraya la "identidad" específica de cada denominación de Castilla y León, que contribuye a un sector que "fija población y crea riqueza en el entorno rural."

Vinos de renombre también emergen de las ribera del Duero, como los de la DO Arlanza, que destaca por su profunda tradición y origen en las tierras más elevadas de Burgos y Palencia; la DO Arribes, reconocida por su impresionante valor paisajístico, que produce vinos en el Parque Natural de Arribes de Duero; y la DO Tierra del Vino de Zamora, que abarca además parte del territorio salmantino dentro de sus 585 hectáreas.

Otras figuras de prestigio son la DOP Valles de Benavente, que comprende 62 municipios en el noreste de Zamora, y la DOP Valtiendas, famosa por sus rosados y tintos, que se nutren de las aguas del río Duratón.

La DO Rueda merece mención especial, pues su territorio abarca el sur de Valladolid, el oeste de Segovia y el norte de Ávila. Con más de 20.000 hectáreas de viñedo, la variedad predominante es la Verdejo, lo que la convierte en una histórica DO conocida por sus blancos, que representan cerca de la mitad de la venta de este tipo de vino en España, según explica Santiago Mora, director general del Consejo Regulador de la DO.

Ante el éxito creciente de la DO Rueda, el director general indicó que los consumidores están comenzando a demandar vinos "con otro tipo de matices". En consecuencia, la DO está explorando nuevas alternativas, como su categoría Gran Vino de Rueda, enfocada en la alta gastronomía, que proviene de viñedos con más de 30 años de antigüedad y con limitaciones en el rendimiento de 6.500 kilos por hectárea.

Santiago Mora destaca el "poder evocador" y de "generación de imagen" que posee el sector del vino en Castilla y León. “El reconocimiento de nuestras DO a nivel mundial es fundamental para la percepción positiva de toda la comunidad”, resalta.

En León, otra provincia con una histórica reputación vinícola, se encuentra la DO León, que se extiende hacia algunos municipios de Valladolid. La variedad Prieto Picudo es emblemática en la elaboración de rosados, tintos, y también blancos de calidad gracias a la variedad Albarín Blanco. Este conjunto de propuestas refleja la "naturaleza y tradición" de Castilla y León, una región donde los vinos son "inigualables" y cuya "relación calidad-precio es excepcional".

Rafael Blanco, presidente de la DO León, subraya la calidad de los vinos que se producen en la comunidad, que cuenta con "denominaciones destacadas" como Ribera del Duero y Rueda, además de otras menos conocidas que están cobrando cada vez más relevancia.

En la cúspide de la oferta vinícola de calidad también se encuentran las DO de León, incluida la de El Bierzo, que utiliza Mencía para sus tintos y Godello para sus vinos blancos. Asimismo, la DO Toro, ubicada en una doce de municipios de Zamora y dos en Valladolid, es reconocida por la variedad Tinta de Toro, un tempranillo adaptado a la región, que se elabora junto a otros varietales.

Felipe Nalda, presidente del Consejo Regulador de la DO Toro, subraya la importancia del trabajo conjunto de todas las denominaciones de origen locales, enfatizando que Castilla y León es un referente en el panorama vitivinícola nacional, liderando el ranking de ventas por encima de denominaciones históricas como Rioja. Este hecho se convierte en un pilar fundamental para enfrentar el desafío demográfico y la necesidad de un relevo generacional en el sector.

Entre las denominaciones de calidad en Castilla y León también destaca la DO Cigales, que se encuentra justo al lado de Valladolid, donde se hallan algunos de los viñedos más antiguos de la región, conocidos principalmente por sus rosados y claretes, aunque ofrecen también tintos sobresalientes.

Complementando este panorama vitivinícola, existen las DOP Sierra de Salamanca, con la uva Rufete como destacada, y la DOP Cebreros, que abarca 35 localidades de Ávila con viñedos viejos de Garnacha Tinta y Albillo Real.

A la lista de figuras de calidad se suman los Vinos de Pago, como Abadía Retuerta, que opera bajo la DOP del mismo nombre, produciendo tanto tintos como blancos en la zona del Duero en Valladolid, así como el Pago de Urueña, en Tierra de Campos, conocido por sus rosados y tintos envejecidos.

El Vino de Pago Dehesa Peñalba, ubicado en Villabáñez (Valladolid), se certifica bajo prácticas de cultivo ecológico, contribuyendo significativamente a la relevancia de la comunidad en el ámbito vitivinícola.

Isabel Turrado, gerente de la DO, señala que los vinos de Castilla y León están tomando un papel protagónico en España y experimentan un notable avance hacia la internacionalización, respaldados por el apoyo de las administraciones, que incluyen el sello de garantía Tierra de Sabor de la Junta.

Con este potencial en el sector, la mirada se dirige hacia mercados como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, México y Suiza. Un camino de externalización y crecimiento que se beneficia de iniciativas como los Zarcillo International Wine Awards, promovidos por la Junta de Castilla y León desde 1991, los cuales reúnen a los mejores vinos del mundo y celebrarán su 20ª edición del 27 al 29 de mayo de 2025.