BURGOS, 5 de septiembre.

Las fuerzas de seguridad de Burgos han llevado a cabo la detención de un hombre de 57 años, señalado como el presunto responsable de un delito de agresión sexual contra un menor de edad.

Este individuo, arrestado a finales del pasado mes de agosto, utilizaba una plataforma de contactos en línea para promoverse, donde detallaba su apariencia física y sus preferencias sexuales de manera explícita.

La interacción entre el detenido y el menor, que había alcanzado la mayoría de edad para consentir (más de 16 años), se inició a través de esta plataforma. Durante un encuentro posterior, el menor estableció límites claros, los cuales no fueron respetados. Contrario a su voluntad, fue obligado a participar en actividades sexuales no consentidas, como han indicado fuentes de la Policía Nacional a Europa Press.

Tras el incidente, el menor decidió compartir su experiencia con una persona cercana, afirmando que había sido víctima de actos sexuales no consentidos. Esta persona tomó la iniciativa de informar a las autoridades.

La Policía Nacional, tras verificar el testimonio del menor, logró identificar al sospechoso y procedió a su arresto, llevándolo ante el juez como presunto autor de una agresión sexual a un menor.

En cuanto a la situación legal del detenido, el juez ha emitido una orden de alejamiento y prohibición de comunicación respecto al menor, a la espera de que se realice el juicio correspondiente.

Además, las investigaciones continúan para determinar si el arrestado pudo haber tenido acceso a otros menores a través de la misma página de contactos en la que se anunciaba.

Desde el Cuerpo Nacional de Policía se ha subrayado que el consentimiento es fundamental en cualquier relación sexual. La falta del mismo o la negativa a realizar determinadas prácticas durante una relación se consideran como agresión sexual, independientemente de si hubo un acuerdo económico previo.

Se ha enfatizado que cualquier carencia de consentimiento en cualquier fase de la relación anula dicha relación y puede convertir un encuentro consensuado en un acto delictivo de agresión sexual.