En un hecho alarmante ocurrido en Miranda de Ebro, Burgos, la Policía Nacional ha arrestado a dos jóvenes menores de edad por su supuesta implicación en un intento de homicidio que se registró en abril. Presuntamente, estos menores intentaron prender fuego a un indigente que dormía tranquilamente en la estación de autobuses, mientras se reían y grababan la escena. Además, se les vincula con el incendio de un puesto de venta ambulante durante las fiestas locales en junio.

El ataque incendiario tuvo lugar a las 00:40 horas del 22 de abril, cuando un hombre en situación de calle fue sorprendido por dos agresores que le lanzaron una caja de cartón en llamas, la cual había sido preparada con material inflamable. Este acto de barbarie no solo destrozó las pocas pertenencias del hombre, sino que también fue corroborado por testigos que observaron a los agresores manipulando el cartón antes de iniciar el fuego.

A pesar de la grave naturaleza del ataque, el indigente no sufrió heridas serias, aunque perdió su saco de dormir y su manta. Sin embargo, las risas y burlas de los menores durante el ataque han llevado a que se les acuse de homicidio en grado de tentativa y, además, de un agravante por aporofobia, un delito motivado por el odio hacia personas en situación de pobreza.

Estos mismos menores también están bajo investigación por otro episodio violento que involucró el incendio de un puesto ambulante el 9 de junio. Una mujer peruana que atendía el puesto denunció haber escuchado ruidos mientras dormía en su furgoneta, solo para descubrir que su negocio se estaba incendiando. A pesar de los esfuerzos de otros vendedores por apagar el fuego, este se extendió rápidamente, amenazando la vida de aquellos en el área.

La pronta intervención de los agentes de la Policía Nacional y el servicio de bomberos evitó que la situación se tornara aún más grave, aunque las pérdidas económicas superan los 35.000 euros. Además, la denunciante mencionó haber recibido previamente amenazas racistas, lo que sugiere un patrón de hostilidad que se manifiesta en estos hechos.

Momentos antes de este incendio, los sospechosos parecía que se habían filmado haciendo comentarios amenazantes, expresiones como "vamos a quemar unos panchos" y "vamos a matarlos" que podrían reforzar la acusación de delitos de odio por racismo.

La colaboración de la Brigada Local de Policía Judicial fue crucial para identificar y capturar a los tres menores implicados en estas acciones delictivas. Actualmente, todos han sido puestos a disposición de la Fiscalía de Menores de Burgos, que está a cargo de las investigaciones y ha decidido que ingresen de forma inmediata a un centro de menores.