Castilla y León tiene el segundo mayor aumento de pobreza infantil severa, alcanzando el 14,1% de la población.
En medio de una preocupante situación económica, Castilla y León ha alcanzado un triste récord al convertirse en la segunda comunidad autónoma con el mayor crecimiento en la tasa de pobreza infantil severa. Con un aumento de 3,5 puntos, la región ha alcanzado un preocupante 14,1 por ciento, superando por tercera vez la media nacional, que se sitúa en un 13,7 por ciento en esta ocasión.
La alarma se ha encendido tras el análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) 2023, realizada por la Plataforma de Organización de Infancia (POI) y basada en datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), presentada el 18 de septiembre en Valladolid.
Según ha indicado la técnico de incidencia del POI, Débora Quiroga, este importante incremento en la tasa de pobreza infantil severa puede atribuirse en parte a la falta de continuidad en las ayudas temporales ofrecidas durante la pandemia, que proporcionaron un respiro a Castilla y León en 2022 pero ahora han contribuido al aumento de la pobreza severa.
A pesar de algunas cifras favorables en comparación con el panorama nacional, como una tasa Arope del 25,5 por ciento (por debajo del 33,9 por ciento a nivel nacional) y un 22,6 por ciento en la tasa de pobreza infantil (frente al 28,9 por ciento nacional), la realidad es que más de uno de cada cuatro niños en la región se encuentran en situación de pobreza.
En cuanto a la carencia material severa, Castilla y León presenta un 7,9 por ciento, menor que el promedio nacional del 10,8 por ciento, siendo la cuarta comunidad autónoma con la tasa más baja en España. Sin embargo, este indicador ha experimentado un aumento de 1,8 puntos en el último año, lo que ha generado preocupación entre los expertos.
Además, el panorama laboral tampoco es alentador, con un 30 por ciento de niños castellanoleoneses viviendo en hogares al límite de su capacidad económica y con una tasa de baja intensidad de trabajo en el hogar del 5,2 por ciento en la región.
Ante esta preocupante situación, el presidente de la POI en Castilla y León, Hugo Abel Díez, ha presentado una serie de propuestas para abordar la crisis, que incluyen mejoras en la Renta Garantizada Ciudadana, la creación de redes de apoyo y una mayor coordinación entre las administraciones. También ha llamado la atención sobre la necesidad de garantizar espacios de ocio, desarrollar programas de inclusión social y mejorar las ayudas de emergencia.
En definitiva, la lucha contra la pobreza infantil severa en Castilla y León es un desafío que requiere una acción coordinada y urgente para proteger a los niños más vulnerables de la región y garantizarles un futuro digno y próspero.
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