En un caso que ha conmocionado al ámbito deportivo local, el Juzgado de lo Penal número 1 de Valladolid ha dictado una condena de un año y ocho meses de prisión al exentrenador del club La Victoria F.R.R. El delito por el que ha sido sentenciado es atentado contra la libertad sexual de un joven jugador del equipo infantil, con quien mantuvo intercambios de mensajes a través de WhatsApp en 2023, utilizando un lenguaje inapropiado y explícito en su intento de concertar un encuentro de carácter sexual en una nave que es de su propiedad.
La resolución se alcanzó tras un acuerdo entre la acusación pública, la acusación particular, que inicialmente solicitaban tres años de prisión, y la defensa. Antes del inicio del juicio programado para este martes, el exentrenador aceptó su culpabilidad. Además de la pena privativa de libertad de veinte meses, se le han impuesto medidas que incluyen una prohibición de acercarse a menos de 300 metros de la víctima y de comunicarse con él durante tres años. Asimismo, deberá someterse a un curso de orientación sexual y se le ha inhabilitado para cualquier actividad que implique contacto regular con menores durante el mismo periodo.
La condena ha sido suspendida durante un plazo de tres años y también incluye la obligación de pagar mil euros al menor, quien tiene solo 13 años, en concepto de daños morales, según han indicado fuentes jurídicas a Europa Press.
El acusado, de 56 años, ejercía como delegado del equipo de infantil de tercera división donde competía la víctima. Fue arrestado el 5 de enero de 2023, después de que la madre del menor encontrara las conversaciones de contenido sexual. Esto ocurrió cuando el pequeño pidió permiso para verse con el exentrenador en una nave industrial, lo que levantó las sospechas de la madre y la llevó a revisar el teléfono de su hijo.
Afortunadamente, el encuentro no llegó a realizarse gracias a la rápida intervención de la madre, quien, alarmada por el contenido de las conversaciones, presentó una denuncia. El juez dejó al exentrenador en libertad con cargos y le impuso medidas cautelares que le prohíben acercarse al niño y a su familia, además de impedirle continuar entrenando.
El exentrenador había instado al menor a mentirle a su madre para poder reunirse en una nave que él tiene, la cual estaba acondicionada como una zona de ocio, donde su intención era enseñar al niño prácticas sexuales inapropiadas.
Durante un registro en la nave, se encontraron varios objetos, entre ellos un teléfono que contenía 74.653 imágenes de desnudez, de las cuales 533 tenían contenido sexual dirigido a un público homosexual masculino, así como tres stickers con contenido sexual relacionado con menores.
El auto de imputación inicial, fechado el 16 de junio de 2023, fue posteriormente revocado por el juez, quien accedió a un recurso de reforma solicitado por la defensa y respaldado por el fiscal, con el fin de llevar a cabo nuevas diligencias, incluidas la exploración de la víctima y la declaración del inculpado, quien en su primera aparición judicial había optado por no declarar.
En su comparecencia como investigado, el exentrenador argumentó que el contenido sexual en los mensajes de WhatsApp era simplemente una forma de conectar con el menor, intentando acercarse a él con temas de interés común, puesto que consideraba que el niño estaba un tanto despistado y quería entender mejor su situación.
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