VALLADOLID, 12 Sep. - En un giro inesperado de acontecimientos, Pablo Fernández, secretario regional de Organización de Podemos en Castilla y León, se ha mostrado complacido ante la denuncia que Vox ha interpuesto en su contra por sus recientes comentarios sobre la "desobediencia civil". Esta invitación se realizó en el marco de la Vuelta Ciclista a España, donde Fernández animó a los ciudadanos a protestar contra lo que él califica de "genocidio" perpetrado por Israel en Gaza.

Después de que Vox anunciara su intención de llevar a Fernández ante la justicia, acusándolo de cometer un delito de odio, el político de la formación morada utilizó su cuenta en X para expresar su "orgullo" por la denuncia. En este mensaje, lanzó duras críticas a los dirigentes de Vox, acusándolos de ser "sionistas pro genocidio" y de estar en complicidad con figuras como el primer ministro israelí, Netanyahu. No se detuvo ahí; también los etiquetó como racistas, xenófobos y machistas.

Fernández, quien también ejerce como coportavoz federal de Podemos, cerró su mensaje con un fuerte compromiso a continuar su defensa de la causa palestina: "¡Sois lo peor de la sociedad! Me siento orgulloso de ser denunciado por defender al pueblo palestino. ¡Ni un paso atrás!". Esta afirmación refleja su intención de sostener su postura activa y controversial en un tema que divide profundamente a la sociedad.

La denuncia de Vox se basa en declaraciones de Fernández realizadas el miércoles, donde instaba a boicotear la etapa de la Vuelta Ciclista a España que tendría lugar en Valladolid. Propuso impedir el normal desarrollo de la competición, conceptos que definió como "desobediencia civil", justificando su postura por la participación de un equipo patrocinado por individuos de origen israelí.

Desde Vox, han calificado las palabras de Fernández como un llamamiento a la hostilidad hacia un grupo específico nacional y étnico, considerándolo un ataque a la libertad empresarial y a los derechos de los ciclistas, quienes actúan en calidad de profesionales. La tensión entre ambas formaciones políticas parece aumentar, lo que añade una capa más de controversia al evento deportivo que se acerca.