VALLADOLID, 6 Nov. - La Audiencia de Valladolid se prepara para escuchar el caso de tres individuos acusados de ser parte de una red de narcotráfico, cuya detención se produjo en el verano de 2021. En total, se les imputa la importación de 862 kilos de cocaína desde Colombia, ocultando la droga dentro de carbón vegetal. Este juicio, programado inicialmente para hoy, se aplazó debido a la enfermedad de una de las abogadas defensores, y se llevará a cabo entre el lunes y el miércoles de esta semana.
Los acusados son Julio Ángel P.A, un exertzaina, Gabriel M.G y Abdelkrim M, todos ellos presuntos miembros de una de las organizaciones más importantes de distribución de cocaína en el País Vasco. La Fiscalía pide que se les imponga una condena de diez años de prisión, además de multas que ascenderían a más de 33 millones de euros, lo que representa el mayor decomiso de drogas registrado en Castilla y León hasta la fecha, según fuentes legales consultadas.
La operación que llevó a estos arrestos se llevó a cabo tras más de un año de investigación, en colaboración con la Policía Judiciaria de Portugal. Fue en Medina del Campo, Valladolid, donde las autoridades lograron detener a estos individuos, incluido Julio Ángel P.A, un conocido narcotraficante bilbaíno que mantenía una vasta red operativa tanto a nivel nacional como internacional. Su modus operandi involucraba la creación de empresas fachada para facilitar la importación de la cocaína desde Barranquilla, Colombia, hacia España, especialmente hacia el norte del país.
Los inicios de las investigaciones se remontan a principios de 2020, cuando se empezó a indagar en una sociedad dedicada al sector inmobiliario que levantó sospechas debido a importaciones marítimas inusuales. Las autoridades de España y Portugal determinaron que dicha empresa mantenía conexiones entre diversas entidades de escasa actividad y con actividades económicas muy dispares, desde la administración de fincas hasta la importación de productos congelados.
Uno de los aspectos más intrigantes de este caso fue el uso de testaferros para encubrir a Julio Ángel P.A. Conocido por su relevancia en el tráfico de drogas en el norte de España, P.A. incluso había sido detenido en Bolivia por sus actividades ilícitas. A medida que la investigación avanzaba, los agentes comenzaron a vigilar de cerca a P.A. y a su asociado, Abdelkrim M, un ciudadano argelino implicado en las operaciones de la organización.
Las indagaciones permitieron descubrir un tráfico significativo a través de un puerto portugués, donde los investigadores notaron que las importaciones a menudo no coincidían con la estructura de las compañías involucradas. La colaboración con las autoridades portuguesas llevó al hallazgo de dos contenedores de carbón vegetal que resultaron ser positivos para cocaina tras ser inspeccionados.
Esta operación se considera un ejemplo destacado de la cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico dentro del espacio Schengen. Además del valor del cargamento incautado, lo que la hizo notable fue el método innovador utilizado para esconder la droga, una táctica que no se había visto antes en España. Los narcotraficantes empleaban un procedimiento químico para disfrazar la cocaína como carbón vegetal, haciendo que su detección fuera extraordinariamente difícil.
El cargamento incluía numerosos sacs, de los cuales solo una pequeña fracción contenía la droga. Esto aseguraba que los elementos contaminados se mezclaran eficazmente en un volumen total que pasaba desapercibido. Una vez que la carga llegaba a su destino en Medina del Campo, estaba destinada a ser descargada en una nave controlada por la organización; allí, el carbón auténtico se separaría de la droga.
En respuesta a las actividades sospechosas, se estableció un operativo de control en torno a los contenedores desde su transporte hasta su recepción en un centro logístico en Valladolid, donde se concentró un equipo de más de 50 agentes de ambos países. Este despliegue buscaba atrapar tanto al grupo criminal como a la sustancia ilícita que intentaban comercializar.
Finalmente, el operativo culminó con la detención de los tres acusados en la instalación donde se preparaban para procesar la mercancía. Junto a Julio Ángel P.A y Abdelkrim M., también fue arrestada una tercera persona relacionada con el alquiler de las naves, lo que apuntó a un conocimiento de la ilegalidad de las operaciones a las que estaban sujetos.
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