Crónica Castilla y León.

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Anciano acusado de enviar paquetes explosivos reconoce interés en explosivos.

Anciano acusado de enviar paquetes explosivos reconoce interés en explosivos.

El acusado Pompeyo González ha señalado que su ADN apareció en los sobres porque alguien los sacó de la basura: "Hay gente que va al contenedor a coger cosas".

MADRID, 16 May.

El jubilado de Burgos, Pompeyo González, ha negado en el juicio en la Audiencia Nacional ser el responsable del envío de cartas explosivas a varias instituciones. Argumentó que al buscar información sobre bengalas en Internet, se encontró con detalles sobre cómo fabricar bombas o incluso bombas atómicas.

En su testimonio como acusado, González descartó haber intentado alterar la paz pública, asegurando que solo buscaba sobres en Internet para empaquetar postales de diferentes ciudades.

La Fiscalía insiste en que es el autor de hasta seis artefactos explosivos enviados a diversas instituciones, entre ellas Presidencia del Gobierno, la ministra de Defensa, Margarita Robles, la empresa Instalaza y la Embajada de Ucrania, donde un trabajador resultó herido.

La defensa propone que se le condene a 22 años de cárcel por terrorismo con resultado de lesiones y fabricación de aparatos explosivos con fin terrorista, mientras que la Asociación Víctimas del Terrorismo pide 24 años de prisión.

Según la fiscal Ana Noé, no hay dudas de que Pompeyo González es el responsable de los artefactos explosivos enviados, argumentando que logró alterar la paz pública con sus acciones.

González admitió haber comprado sobres y etiquetas en Amazon, pero aseguró que los tiró a la basura porque no le gustaban. Se defendió explicando que su ADN estaba en los sobres porque los manipuló antes de desecharlos, y sugirió que alguien los cogió de la basura.

El acusado mencionó que los buzones de su edificio suelen aparecer abiertos y que ha sido víctima de robo de datos personales. Además, reveló que se interesó en la confección de explosivos porque estaba creando un helipuerto para su dron.

En su testimonio, González explicó que al buscar información sobre bengalas en Internet, terminó encontrando detalles sobre cómo hacer paquetes bomba, lo cual atribuyó a su curiosidad por temas de materiales pesados y de defensa. También admitió interés en aprender ruso o alemán.

La defensa argumentó que su cliente no cometió un acto terrorista, sino que simplemente buscaba llamar la atención y expresar su malestar. Se enfatizó que lo que envió fue un artefacto pequeño y rudimentario, no una bomba terrorista.

En su declaración final, Pompeyo González denunció que ha sido calumniado por los medios y aseguró que no tenía intención de causar daño con lo que fabricó. Acusó a los presentes de difamarlo y afirmó que sus acciones fueron malinterpretadas.