En Madrid, el 2 de enero, el presidente de la Conferencia Episcopal Española y Arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha manifestado su descontento ante los ataques verbales que han recibido personas que, según él, son igualmente amadas y perdonadas por el Corazón de Jesús. Esta declaración surge a raíz de la polémica generada por una estampita de la vaquilla de Lalachus presentada durante las campanadas de Año Nuevo emitidas por TVE.

Argüello enfatizó que no es apropiado recurrir a insultos como forma de defender el símbolo del Amor Misericordioso. Expresó que es posible encontrar un equilibrio entre la verdad y la caridad, sugiriendo que el sufrimiento causado por esos insultos debería transformarse en un testimonio del amor renovado que representa dicho símbolo. Sus comentarios fueron publicados este jueves en su cuenta de la red social X.

En una crítica más amplia, el prelado lamentó que TVE llevara a cabo lo que calificó como una "burla" hacia un símbolo tan reverenciado por los católicos. En su mensaje, Argüello expresó su tristeza al observar que, bajo el pretexto de la libertad de expresión y el desenfreno de las festividades, se menoscaba el símbolo del Corazón, algo que considera profundamente significativo para la comunidad católica. Denunció la falta de conciencia por parte de los responsables, apuntando a que, desafortunadamente, la banalidad continúa siendo un protagonista en nuestra sociedad.

En contraste, Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, respaldó a la humorista implicada en la controversia, denunciando lo que él describió como un "intento de los ultras por amedrentar". En su mensaje en la misma red social, anunció que en 2025 se promoverá una reforma del delito de ofensas religiosas con el objetivo de salvaguardar la libertad de expresión y la creatividad, enmarcado en el Plan de Acción por la Democracia.