Crónica Castilla y León.

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Argüello pide unir fuerzas ante la crisis de la democracia parlamentaria.

Argüello pide unir fuerzas ante la crisis de la democracia parlamentaria.

VALLADOLID, 8 de junio. En un contexto de creciente individualismo y crisis en la democracia parlamentaria, el arzobispo de Valladolid y líder de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha instado a todos a "reconstruir alianzas" y fortalecer "vínculos" entre las comunidades. Este llamado a la unión fue realizado durante su discurso conclusivo en el Congreso internacional 'Cor Iesu, Spes Mundi', celebrado del 6 al 8 de junio en la ciudad castellana.

Argüello presentó su visión a través de un ambicioso 'Programa 2033', que busca revitalizar tanto la vida personal como la eclesial y social, todo ello guiado por el amor del Corazón de Jesús. Este programa es parte de una preparación para que, en 2033, la Iglesia solicite al Papa la renovación de la consagración del mundo al Sagrado Corazón de Cristo, coincidiendo con el milenario de la Pasión y Resurrección de Jesús.

Entre las propuestas del decálogo se destaca la importancia de "acoger, orar, compartir y anunciar" la reciente encíclica del fallecido Papa Francisco, 'Dilexit Nos'. Argüello también enfatizó la necesidad de crear un entorno donde la caridad, la unidad y la paz prevalezcan, y propuso que la vida sea vista como una vocación clara y potencialmente visible, sobre todo en tiempos donde las enseñanzas del Evangelio chocan con el mundo actual.

En su discurso, el arzobispo afirmó que la sociedad debe aspirar a reflexionar los sentimientos del Corazón de Cristo, el cual es caracterizado como humilde y sacrificado. Esta actitud, según Argüello, es esencial para construir comunidades capaces de responder a los desafíos que plantea el poder en nuestras vidas.

Añadiendo a su mensaje, instó a evitar la tentación del poder, incluso dentro de la Iglesia, señalando que la esencia de la respuesta al amor de Cristo radica en el amor hacia el prójimo. De este modo, avocó a una misión de evangelización y reparación para restaurar lo que el pecado ha dañado.

El arzobispo también subrayó la relevancia de la Eucaristía dominical, exhortando a los fieles a encontrar un significado renovado en ella, como un punto de unión entre la comunidad y su fe. Asimismo, hizo referencia al Sínodo y la importancia de cuidar la devoción popular, recordando su valor en el legado de papas anteriores y su papel en la difusión de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

Argüello continuó su intervención planteando la necesidad de forjar "alianzas sociales por la esperanza" en diversas áreas, incluyendo la demografía y la atención a los más vulnerables. En este ámbito, llamó a infundir una nueva vitalidad en las instituciones católicas, advirtiendo que se necesita a hombres y mujeres que proclamen su fe en la victoria de Cristo sobre la muerte.

Refiriéndose a la "Doctrina Social de la Iglesia", el arzobispo reconoció que el diálogo entre la Iglesia y el mundo está lejos de estar resuelto. Subrayó que esta doctrina no es un simple listado de valores, sino que toca profundamente temas sobre la dignidad humana y el bien común, instando a la sociedad a unir fuerzas y reconstruir la comunidad en unos tiempos de individualismo extremo.

Concluyó su intervención resaltando la misión de la Iglesia: regenerar la vida pública con un enfoque en la fraternidad, asegurando que la convivencia no solo sea viable, sino que potencie el bien común. Postuló así la necesidad de renovar la consagración a Jesús, creando una conciencia eclesial sólida que pueda ser presentada al Papa para la consagración del mundo en 2033.

Durante este congreso, Valladolid se erigió como el centro mundial de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, atrayendo a más de 400 participantes de América, Asia y Europa. Con la participación de representantes de países como Líbano, Alemania, y Argentina, entre otros, la presencia española fue notable, con asistentes de más de treinta diócesis y diversas órdenes religiosas.

El presidente del Instituto del Corazón de Cristo, José María Alsina, concluyó afirmando que el congreso ha puesto de manifiesto la capacidad de las distintas realidades eclesiales para colaborar, unido todo por el amor del Corazón de Jesús. Además, el evento fue transmitido en directo por el canal de YouTube de la Archidiócesis, logrando más de 16 horas de emisión y numerosas visualizaciones en tres días.