Crónica Castilla y León.

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Capturan a dos en Burgos con 6 kilos de cocaína y 33 de hachís.

Capturan a dos en Burgos con 6 kilos de cocaína y 33 de hachís.

Se ha producido un notable avance en la lucha contra el narcotráfico en la provincia de Burgos, marcando uno de los mayores golpes a este flagelo en la región en los últimos tiempos.

Burgos, 27 de enero del 2024. En un esfuerzo conjunto que involucra a Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la Policía Nacional de Burgos, se ha llevado a cabo una operación que ha culminado con la detención de dos individuos, quienes ya se encuentran en prisión preventiva bajo la orden de un juez. La intervención ha resultado en la incautación de 6,6 kilos de cocaína, 33 kilos de hachís, ocho kilos de sustancias utilizadas para el 'corte', 128.000 euros en efectivo y dos pistolas, junto a otros objetos asociados con los delincuentes.

Un aspecto destacado en esta operación ha sido el descubrimiento de un laboratorio clandestino que utilizaba el principal acusado. Este laboratorio estaba perfectamente equipado, con todos los instrumentos necesarios para manipular, ‘cortar’ y aumentar considerablemente la cantidad de cocaína, según han informado fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

La efectividad de esta intervención ha sido notable, logrando la incautación adicional de 125.000 euros en efectivo, organizados en cinco fajos de billetes. Esta suma estaba en posesión de uno de los detenidos, conocido como el 'correo' responsable del transporte de la cocaína, y fue capturado durante el operativo conjunto de Vigilancia Aduanera y la Policía Nacional, que dio término a la operación 'Cane bianco'.

El origen de esta exitosa operación se remonta a principios del verano de 2023, cuando los agentes de Vigilancia Aduanera, en coordinación con la Policía Nacional de Burgos, comenzaron a investigar a un individuo sospechoso de estar involucrado en actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de drogas.

Tras meses de investigación minuciosa y bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción número cuatro de Burgos, a comienzos de este año se vigilaban las actividades del sospechoso. Este sujeto empleaba diversas rutinas y medidas de seguridad que complicaban la obtención de pruebas sobre su implicación en el tráfico de drogas.

Sin embargo, el pasado 17 de enero, los agentes ejecutaron un operativo en las cercanías del hogar del investigado. Al observar una reunión sospechosa con un individuo desconocido, y tras recopilar evidencias de un posible intercambio de sustancias por dinero, se interceptó y registró al presunto 'correo', encontrando en su posesión cinco fajos de billetes que ascendían a 125.000 euros. Fue detenido en ese momento por un posible delito de tráfico de drogas.

Con una acción rápida y bajo la debida autorización judicial, se procedió al registro del domicilio del destinatario de las drogas, descubriendo en su interior cinco paquetes de cocaína envasados, con un peso bruto que excedía los 5,6 kilos. El investigado fue arrestado y enfrenta cargos por tráfico de drogas y blanqueo de capitales.

Una vez aseguradas las detenciones, los agentes llevaron a cabo registros adicionales en la vivienda del sospechoso, así como en dos trasteros asociados, donde encontraron 33 kilos de hachís, cada uno debidamente empaquetado y sellado, lo que indica la magnitud de la operación criminal del implicado.

En un segundo trastero, los investigadores no solo hallaron más cocaína en bolsa, que sumaba cerca de un kilogramo, sino que descubierto un laboratorio clandestino equipado con diversas herramientas y sustancias necesarias para la elaboración, 'corte' y distribución de la droga de manera organizada.

Este laboratorio contenía cantidades significativas de sustancias de corte como acetona, lidocaína y fenacetina, así como maquinaria para envasar al vacío, prensas hidráulicas, moldes y balanzas de precisión, entre otros útiles.

Los investigadores concluyeron que el detenido recibía la cocaína de alta pureza para 'cortarla' con estos compuestos, empaquetándola nuevamente para su venta, lo que le permitía triplicar sus ganancias y, a su vez, aumentaba el riesgo para la salud de los consumidores finales.

Aunque no es la primera vez que las fuerzas del orden descubren que la profesionalización del crimen lleva a los delincuentes a poseer armamento para asegurar sus operaciones, el hallazgo de dos pistolas, una real y otra simulada, además de un inmovilizador eléctrico, refleja la peligrosidad y el estatus del grupo criminal involucrado.

Además de lo mencionado, la operación también resultó en la intervención de un inmovilizador eléctrico tipo táser, cuatro vehículos —uno de ellos adaptado para ocultar drogas— y cinco teléfonos móviles, evidenciando la complejidad y la organización detrás de esta red de narcotráfico.