VALLADOLID, 29 de agosto. - Ayer, un grupo de cerca de 500 personas se reunió frente a las Cortes de Castilla y León, en Valladolid, mientras el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ofrecía una rueda de prensa. Los asistentes exigían un cuerpo de bomberos forestales "públicos y estables", así como responsabilidades políticas y la renuncia del consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y del director general de Patrimonio Natural, José Ángel Arranz.
La convocación, que comenzó a las 10:00 horas bajo el lema 'Mala gestión ¡Quiñones dimisión!', reunió a diversas organizaciones, desde colectivos ciudadanos hasta sindicatos y partidos políticos de la región. Criticaron la supuesta privatización del operativo de incendios y denunciaron la carencia de medios adecuados y un plan de actuación que funcione durante todo el año.
Los manifestantes mostraron pancartas con mensajes contundentes como "Castilla y León quemada por la Junta" y "Ley de bomberos forestales ya", además de impresiones de las declaraciones del consejero Suárez-Quiñones, quien había afirmado que "mantener el operativo de incendios todo el año es absurdo y un despilfarro".
Las consignas resonaron en el aire, con gritos como "Los incendios se apagan en invierno", "Más bomberos, menos toreros", y "Fuera ladrones de las instituciones", reflejando el descontento de los participantes respecto a la actual gestión de los incendios en la comunidad.
Durante la protesta, los bomberos forestales encendieron fuego a paquetes de paja y carteles con la imagen del consejero Quiñones, generando una notable nube de humo negro frente al edificio institucional.
Esaú Escolar, representante del Sindicato de Agentes Medioambientales de Castilla y León, tomó la palabra para criticar la "pésima gestión" de la Junta y destacó que el operativo de incendios en esta comunidad es posiblemente el más privatizado de toda España. Escolar recomendó destinar más recursos a la prevención que a la extinción, señalando que la falta de inversión previa en medidas preventivas ha llevado a un gasto diez veces mayor en la extinción de incendios actuales.
En concordancia, Carlos Arenas, vicesecretario de UGT en Servicios Públicos en la región, mencionó que tras los grandes incendios de 2022 se había logrado un acuerdo para mejorar el operativo, pero este compromiso no se ha cumplido adecuadamente ni ha atendido todas las inquietudes de los sindicatos.
Arenas enfatizó la necesidad de contar con un operativo de emergencias que sea "público, integral y debidamente equipado" para toda la comunidad, una idea respaldada por Francisco Javier García, responsable de bomberos forestales de UGT, quien advirtió que priorizar lo privado sobre lo público es una tendencia que puede resultar fatal.
Por su parte, Sara Mateos, delegada de CSIF y agente medioambiental, afirmó que "no hay excusas" para lo que está sucediendo y lamentó que esta crisis podría haberse evitado si la gestión de los incendios forestales no hubiera sido "una vergüenza".
La concentración reunió a diversas organizaciones políticas y sociales, entre ellas Acción Castilla y León, Alianza Verde, y Podemos. La presencia de figuras políticas como Carlos Martínez, secretario del PSCyL, y Pablo Fernández, coportavoz de Podemos, fue un gesto claro de apoyo a las demandas de los manifestantes.
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