VALLADOLID, 25 de septiembre.

En un reciente anuncio, el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha decidido realizar cambios en la Ley de Comercio que permitirán a las tiendas abrir durante días festivos. Esta medida busca evitar que los comercios se vean obligados a cerrar durante tres días consecutivos, algo que podría perjudicar tanto a los empresarios como a los consumidores.

El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, comunicó los detalles de esta modificación en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo. Fernández Carriedo subrayó que se trata de un paso hacia la "flexibilización" de las normativas comerciales, especialmente en lo que respecta a la apertura de los comercios durante los domingos y días festivos, mitigando así el impacto de cierres prolongados.

Con esta reforma, se establecerá una excepción que permitirá abrir en otros días festivos que no están previamente contemplados, especialmente en situaciones donde se produzcan cierres continuos de tres días debido a festividades locales. En caso de que ocurra un cierre de tres días, se priorizará la apertura del comercio el sábado, que es considerado el día con mayor potencial para atraer a los compradores.

Además, los municipios con una rica tradición comercial podrán optar por abrir los domingos. Sin embargo, la decisión de operar en estos días será voluntaria para los comercios, que deberán compensar tal apertura cerrando otro día laborable.

La nueva legislación también redefine lo que se considera una tienda de conveniencia. Estos establecimientos deberán tener una superficie máxima de 500 metros cuadrados, estar abiertos al menos 18 horas diarias y limitar su oferta alimentaria a un 50% del total de productos, sin que dicha oferta ocupe más del 55% del área de venta. Los comercios contarán con un periodo de seis meses para cumplir con estas nuevas normativas.