VALLADOLID, 30 Sep. - Según un estudio realizado por la Fundación Alain Afflelou y la Universidad Complutense de Madrid, el 21 por ciento de los niños castellanoleoneses sufre de miopía. Estos datos revelan que la prevalencia de este problema visual no ha variado significativamente en los últimos seis años en la región.
Las entidades responsables del estudio señalan que la alta prevalencia de la miopía en edades tempranas refleja una tendencia global en la población en todo el mundo.
Una de las principales razones de este incremento en la miopía infantil es el tiempo que los niños pasan realizando actividades que requieren enfoque cercano, como leer, estudiar o usar dispositivos electrónicos sin mantener una distancia adecuada ni contar con suficiente iluminación. Esto también implica que pasen menos tiempo al aire libre, privándose así de la visión de lejos", sostiene Ana Isabel González Abad, óptico-optometrista investigadora predoctoral de la Universidad Complutense, quien ha participado en el análisis de los datos.
Dado que el 80 por ciento del aprendizaje se obtiene a través de la visión, es fundamental prevenir problemas visuales en la población infantil y estar atentos a las señales que puedan indicar un defecto visual en los niños. "Es importante tener en cuenta que una buena visión es esencial para el aprendizaje, por lo que cualquier problema de salud visual que enfrenten los alumnos podría incluso resultar en fracaso escolar. Por eso es vital que los padres tomen conciencia de la necesidad de conocer el estado de la visión de sus hijos", aconseja González Abad.
Sin embargo, según la Asociación Nacional de Empresarios de Óptica y Profesionales (ANEOP), aproximadamente el 50 por ciento de los escolares necesita gafas y sus padres no lo saben.
En este sentido, existen señales que pueden ayudar a detectar problemas de visión en la etapa escolar, cuando es posible que los niños tengan dificultades para expresar sus problemas. Algunas de estas señales incluyen acercarse o alejarse demasiado al leer, inclinar la cabeza, confundir letras o saltarse palabras, disminuir la velocidad al leer o tener dificultades de comprensión lectora.
Si estos problemas no se tratan, pueden afectar tanto la educación como la comprensión lectora de los niños y además podrían surgir otros trastornos como el estrabismo o el ojo vago. Por ello, se recomienda realizar exámenes visuales al inicio de la edad escolar y revisiones periódicas, ya que un diagnóstico temprano es esencial. Actualmente existen tratamientos para controlar la miopía en niños", explica Ana Díaz Llorente, directora de formación de la Fundación Alain Afflelou.
Otras recomendaciones para prevenir el avance de la miopía incluyen fomentar que los niños pasen al menos dos horas al día realizando actividades al aire libre para descansar la vista y evitar que realicen actividades de visión cercana durante un tiempo prolongado en casa, como leer, usar pantallas o pintar.