La última sesión de negociaciones entre la mesa de Azucarera se llevó a cabo este miércoles, marcando el final de un mes de deliberaciones en torno al Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, no se logró evitar el cierre de la factoría de La Bañeza, que se considera fundamental para la economía de la provincia de León.
El ERE, que propició el cierre de esta emblemática planta, ha sido considerado un golpe devastador para el sector azucarero en la Comunidad. A pesar de un preacuerdo entre AB Azucarera Iberia y ciertos representantes laborales, este no ha conseguido obtener la aprobación unánime del sindicato.
René Rodríguez, secretario general de UGT FICA León, comunicó a Europa Press que el preacuerdo no ha sido respaldado por todos los sindicatos, enfatizando que la decisión no se puede validar tal cual. Rodríguez subrayó la importancia de que la votación refleje el número de trabajadores afectados en cada centro, argumentando que no es equitativo que una planta con más de 100 despidos tenga el mismo peso que otra en la que el impacto laboral es mínimo.
El representante sindical también alertó sobre las intenciones de algunos actores dentro del proceso, sugiriendo que había un interés en buscar salidas incentivadas en lugar de proteger verdaderamente los empleos. Indicó que UGT FICA se ha mantenido firme en su defensa del mantenimiento de la planta de La Bañeza y destacó que el preacuerdo no revertirá la pérdida de la infraestructura industrial local.
Por otro lado, Rodríguez hizo un llamado a ciertos representantes que, según él, no lograron actuar con la responsabilidad necesaria para evitar una medida tan drástica como el ERE. Defendió que su organización ha estado en la primera línea de la lucha por los derechos laborales en la región.
A pesar de la adversidad, UGT FICA está decidida a explorar todas las opciones legales disponibles para proteger los intereses de los trabajadores de La Bañeza, sin firmar ningún acuerdo sin la aprobación previa de los empleados afectados.
El ERE fue inicialmente anunciado el 27 de mayo y prevé afectar a 251 trabajadores a nivel nacional, lo que representa un 26,6% de la plantilla total, incluyendo varias oficinas. Esta cifra ahora se ha ajustado a un total de 194 despidos tras la reciente negociación.
Las soluciones consensuadas permiten opciones de voluntariedad en los despidos, buscando que aquellos que se acojan a ellas puedan intercambiarse con otros que estarían obligados a salir. Sin embargo, se aclara que la empresa tendrá la última palabra sobre estos movimientos.
Las fechas de despedido están programadas entre julio y agosto de 2025, aunque Azucarera también está considerando alternativas de trabajo no vinculadas a la producción de remolacha para prolongar la existencia de empleo en La Bañeza el mayor tiempo posible.
Además de estas medidas, el acuerdo incluye la posibilidad de recolocar a los trabajadores que se vean afectados, priorizando en estos traslados a personas de mayor edad que a menudo son más vulnerables en el ámbito laboral.
Este escenario abre la puerta a un reconfiguramiento de la plantilla que, aunque busca mejorar la situación con una serie de adecuaciones laborales, no puede disimular el profundo impacto que esta situación tendrá en la comunidad y la industria local.
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