Palencia, 1 Oct. - El Camino Lebaniego Castellano es una experiencia cultural y social que parte de la capital palentina y recorre la provincia en una ruta de más de 222 kilómetros. Este camino histórico lleva a los peregrinos hasta el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, donde se conserva un pedazo de madera que se cree que perteneció a la Cruz de Cristo.

Tradicionalmente, este camino ha sido una importante vía de conexión y transporte entre la meseta castellana y los puertos del norte. Además, atraviesa la provincia palentina junto al Camino de Santiago Francés en los municipios de Frómista y Boadilla del Camino.

La ruta del Camino Lebaniego Castellano comienza en la dársena de la capital palentina y pasa por el Canal de Castilla, considerada una de las obras de ingeniería hidráulica más importantes del siglo XVIII. Luego, se dirige hacia Amayuela de Abajo, Frómista, Tierra de Campos y sus extensos campos de cereal. Durante el recorrido, los peregrinos pueden visitar lugares de interés como la torre de San Hipólito en Támara de Campos, la iglesia de San Juan en Santoyo y la iglesia de San Miguel de Piña de Campos.

En Frómista, los caminantes pueden admirar la iglesia de San Martín de Tours, una joya del Románico, y encontrarse con los peregrinos del Camino de Santiago Francés. Luego continúa por Osorno la Mayor, Herrera de Pisuerga y el yacimiento del Dolmen de Velilla. Además, se pueden descubrir los tesoros patrimoniales de la iglesia de la Asunción de Osorno.

El Camino hacia el Monasterio de Santo Toribio pasa brevemente por tierras burgalesas en Melgar de Fernamental y recorre varias esclusas del Canal de Castilla en San Llorente de la Vega, Olmos de Pisuerga y Ventosa. En este último lugar, se encuentra el centro de interpretación del Canal.

Desde Herrera, la ruta continúa hasta Alar del Rey, donde los peregrinos abandonan el Canal de Castilla y siguen por Prádanos de Ojeda, San Andrés del Arroyo y Cozuelos, donde se puede visitar una ermita dedicada a Santo Toribio. Luego, se atraviesa la Montaña Palentina hasta llegar a Cervera de Pisuerga, una villa declarada Bien de Interés Cultural que alberga la Iglesia de Santa María con un valioso retablo de Juan de Flandes, la Casa del Parque y el Museo Etnográfico dedicado a Piedad Isla.

La ruta sigue junto al embalse de Requejada y atraviesa bosques de robles hasta San Salvador de Cantamudá, donde se encuentra una impresionante colegiata. Desde allí, se continúa hacia el puerto de Piedraslenguas, en la frontera entre la provincia de Palencia y la Comunidad de Cantabria.

El Camino Lebaniego Castellano es una oportunidad para descubrir la provincia palentina, su deliciosa gastronomía, sus tesoros del románico y sus hermosos paisajes. Una peregrinación hasta el Monasterio de Santo Toribio de Liébana.