El Obispado de Segovia ha manifestado su defensa de la decisión de un párroco local que se negó a ofrecer la comunión a personas homosexuales, incluyendo al alcalde de Torrecaballeros, Rubén García de Andrés. Según la Diócesis, esta acción se encuentra dentro de los márgenes de la "normativa de la Iglesia universal", que establece criterios claros sobre quiénes pueden recibir el sacramento de la Eucaristía, independientemente de su orientación sexual.
El Obispado ha subrayado que la negativa a otorgar la comunión no se basa en un prejuicio hacia la comunidad LGTB+ ni se considera un acto de homofobia. Más bien, se trata de una medida destinada a preservar la santidad de la Eucaristía, dado que se niega la comunión a aquellos que no cumplen con las enseñanzas de la Iglesia sobre la vida en pareja, ya sean estas parejas homosexuales o heterosexuales.
Esta situación surgió después de que el alcalde denunciara públicamente que se le había negado el sacramento debido a su orientación sexual y su convivencia en pareja. En respuesta, el PSOE de Segovia ha exigido al Obispado que ponga fin a lo que consideran una forma de discriminación en la Iglesia local. Sin embargo, el Obispado ha calificado las declaraciones del PSOE como un "juicio difamatorio" que atenta contra la libertad religiosa y la dignidad de la comunidad católica segoviana.
Desde la Diócesis, se argumenta que el párroco actuó en conformidad con su ministerio y las directrices de la Iglesia dedicada a la recepción de la Sagrada Comunión. Se insiste en que las reglas aplican igualmente a cualquier persona, independientemente de su orientación sexual, que viva en pareja sin el sacramento del matrimonio, lo que es un requisito previo para la participación en la Eucaristía.
El Obispado también ha recordado que tanto los católicos homosexuales como heterosexuales deben cumplir con requisitos objetivos de moralidad para poder acceder a la Eucaristía. Se argumenta que la Iglesia tiene la autoridad para restringir el acceso a la comunión en situaciones que podrían causar escándalo entre los feligreses. En relación a esto, se menciona el Canon 915 del Código de Derecho Canónico, que proporciona un fundamento doctrinal para tal práctica.
Además, se cita al Papa Francisco, quien ha señalado en la 'Fiducia Suplicans' que las bendiciones a parejas homosexuales deben ser evitadas si provocan 'graves escándalos o confusión entre los fieles', indicando que esto se aplica aún más a la comunión sacramental. Por lo tanto, el Obispado ha rechazado firmemente la noción de que su postura sea homofóbica.
El comunicado también alega que la negación de la comunión no debe ser interpretada como una exclusión de la vida eclesial. La Iglesia invita a aquellos que no pueden acceder a la comunión por diversos motivos a seguir participando en la vida comunitaria, reafirmando que todos son bienvenidos en su congregación.
Asimismo, se ha apuntado que la enseñanza de la Iglesia incluye numerosas referencias que reconocen que los homosexuales deben ser tratados con respeto y dignidad como miembros de la comunidad católica. Sin embargo, esto no implica aceptar automáticamente el acceso a la Eucaristía sin que se cumplan con las normativas que aplican a todos los fieles.
Finalmente, el Obispado ha instado al PSOE de Segovia a retractarse de sus acusaciones de discriminación en la Iglesia, argumentando que estas afirmaciones se han hecho sin un conocimiento adecuado de la situación real y con una motivación ideológica que contradice el magisterio de la Iglesia Católica sobre el asunto.
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