El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, ha criticado duramente a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), acusándola de ser ineficiente y de no tomar las medidas necesarias para prevenir inundaciones. Varias localidades como Rábano, Fresno, Medina del Campo o Viana se han visto afectadas por las crecidas de los ríos debido a la falta de regulación por parte de la CHD.

Íscar expresó sus quejas durante una visita a Rábano, donde el desbordamiento del río Duratón ha causado daños en viviendas y ha obligado a desalojar a diez vecinos. El presidente de la Diputación ha instado a tomar medidas preventivas en los ríos que atraviesan la provincia, algo que según él es solicitado por todos los alcaldes. Aunque reconoce que esto no solucionará todos los problemas, considera que es necesario realizar estas tareas de prevención.

Íscar también ha pedido que se declare a Valladolid como zona catastrófica debido a los numerosos municipios afectados por las inundaciones. Además, ha resaltado la importancia de aprovechar los Fondos Next Generation de la Unión Europea para mejorar los cauces de los ríos, ya que no solo las viviendas se han visto afectadas, sino también las instalaciones municipales.

El presidente de la Diputación ha hecho un llamado a la unión de todas las instituciones, incluyendo la Junta, la Diputación y los ayuntamientos, para evitar que se repitan situaciones como estas en el futuro. También ha planteado la necesidad de buscar formas de controlar el agua, un recurso tan escaso, para que pueda ser utilizado tanto por los municipios como por el sector.

Además, Íscar ha insistido en la regulación del caudal de agua, ya que los alcaldes de los pueblos afectados le han transmitido que no se puede liberar el agua sin previo aviso y en grandes cantidades. También ha criticado el cuidado y mantenimiento de los ríos, afirmando que la CHD no cumple con su responsabilidad mientras los ayuntamientos intentan hacerlo sin tener competencia en esta área.

Finalmente, el alcalde de Rábano, Juan García Benito, ha elogiado el trabajo de los labradores y vecinos que, con sus tractores, han evitado que el pueblo sufriera daños mayores cuando el agua del río cruzó la carretera.