En la jornada del 28 de diciembre, el presidente de la Diputación provincial de Valladolid, Conrado Íscar, hizo un llamado urgente al Gobierno de España, instándolo a que "coja el toro por los cuernos" y aborde con seriedad un plan de vivienda adaptado a las necesidades del medio rural. Íscar destacó la "paradoja" que se observa en muchos municipios de zonas envejecidas, donde la demanda de vivienda no encuentra respuesta efectiva.
Durante una entrevista con Europa Press, el líder provincial analizó algunos de los principales retos que enfrenta el entorno rural en Valladolid. A pesar de que la Diputación y la Junta de Castilla y León han implementado iniciativas con resultados positivos, Íscar subrayó que hay una contradicción difícil de comprender: los pueblos continúan despoblándose, mientras que muchas personas que desean mudarse al campo se encuentran con la falta de viviendas disponibles.
El presidente provincial hizo hincapié en los complicados problemas relacionados con las herencias, donde muchas viviendas permanecen cerradas en el medio rural y no se liberan para su uso, además de mencionar que a esto se suma la existencia de numerosas casas en ruinas que no se abordan. A su juicio, es fundamental buscar soluciones para desbloquear estas propiedades y facilitar el acceso a la vivienda.
Íscar también apuntó que tiene conocimiento de casos en otras provincias de España que han implementado medidas, como el aumento de impuestos o tasas, con el fin de incentivar la apertura de esas viviendas cerradas. "Cualquier medida que se lleve a cabo será positiva", destacó, haciendo hincapié en que el Gobierno de España necesita actuar con determinación, ya que su falta de inversión en el rural ha demostrado una clara falta de compromiso con estas áreas.
El dirigente instó a que se diseñe un plan de vivienda que se adapte a las especificidades del mundo rural, advirtiendo que no puede ser que un emprendedor que desea establecer su negocio en el campo tenga que enfrentar la misma burocracia que uno que se instala en una ciudad. En el medio rural, los emprendedores deben asumir todos los costos de los servicios que en las áreas urbanas ya están establecidos.
A pesar de los obstáculos, Íscar se mostró optimista respecto al programa de vivienda de la Diputación de Valladolid, que ha recibido una inversión de 1,5 millones de euros, así como el Plan de Ruinas, que ha sido capaz de tramitar numerosos expedientes en la última década, aunque lamenta que aún no se logra cubrir toda la demanda existente a día de hoy.
Además, hizo mención a un exitoso programa de vivienda promovido por la Junta de Castilla y León, que, a juicio de Íscar, ha sido fundamental para poder atender las necesidades habitacionales en la provincia. La Junta ha reafirmado su compromiso de avanzar en esta cuestión, estableciendo colaboraciones con otras administraciones y diputaciones provinciales para potenciar aún más el acceso a la vivienda.
En este contexto, Íscar mencionó la importancia de las viviendas en manos del Sareb y los acuerdos que se están alcanzando para liberar estas propiedades. Recientemente, se firmó un convenio de colaboración entre las diputaciones y la Junta de Castilla y León para explorar la construcción de viviendas en el ámbito rural.
El presidente provincial dejó claro que, aunque no existe una solución mágica para el problema de la vivienda, es imperativo abordar las necesidades fundamentales, siendo la vivienda una de las más críticas, y también mejorar los servicios públicos en el medio rural.
El reto de la despoblación es un tema central que subyace tras todas las acciones mencionadas, y para enfrentarlo, Íscar considera que es necesario dotar al medio rural de servicios esenciales, además de aquellos sociales que son urgentes debido al envejecimiento de la población.
En cuanto a las nuevas tecnologías, Íscar subraya su vital importancia, ya que aún hay localidades con carencias en este ámbito. Su desarrollo podría resultar atractivo para los llamados "nómadas digitales", quienes tienen la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar y podrían ver en el medio rural un sitio ideal para residir.
En resumen, Íscar se mostró convencido de que Valladolid es una provincia llena de oportunidades, pero resaltó que la Diputación debe "facilitar, dentro de sus posibilidades", la llegada de personas interesadas en emprender o establecerse en el ámbito rural, asegurando que "como mínimo, debemos evitar poner obstáculos".
Recientemente, en la provincia han surgido diversas plataformas vecinales que se oponen a la instalación de proyectos de "energía verde" en sus áreas. Ante esto, Íscar defendió que si los ayuntamientos desean promover tales proyectos y cumplen con la legislación, la Diputación no debería interponerse, aunque enfatizó la importancia de informar adecuadamente a la población.
Finalmente, el presidente explicó que la labor de la Diputación es brindar apoyo técnico para emitir informes si se requiere, pero subrayó que es competencia del ayuntamiento decidir la implementación de estos proyectos. Reiteró que, si un proyecto cumple con todas las normativas, el alcalde no puede oponerse sin incurrir en prevaricación, poniendo de manifiesto que debe primar la convivencia con los proyectos que respeten la legalidad vigente.
Íscar concluyó reconociendo que el cambio climático "es una realidad" y que a veces es difícil para las comunidades pequeñas entender decisiones europeas que dictan qué se debe hacer y cómo abordar estos desafíos.
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