Crónica Castilla y León.

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La Junta anticipa el inicio de la reforma de la estación de autobuses de Valladolid antes del verano.

La Junta anticipa el inicio de la reforma de la estación de autobuses de Valladolid antes del verano.

El consejero de Movilidad, José Luis Sanz Merino, junto con el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, han reafirmado que, de acuerdo con el convenio establecido en 2017, la nueva estación de autobuses "debe ser soterrada". Este compromiso se ha convertido en un punto central en la presentación de la reforma de la actual terminal.

Este viernes, tanto el Ayuntamiento como la Junta de Castilla y León dieron a conocer el proyecto definitivo para transformar la estación de autobuses de Valladolid. En el transcurso de la jornada, se anunciaron planes para publicar la licitación de las obras, con la expectativa de que los trabajos comiencen antes del verano de 2025 y se completen a lo largo del año siguiente, según lo expuesto por el consejero.

Durante una rueda de prensa en la que también estuvo presente el arquitecto Fernando Liébana de Urbaq Arquitectos, se detallaron aspectos del proyecto, el cual está destinado a proporcionar a Valladolid una "estación de autobuses más digna" tras años de funcionamiento. Tanto Sanz Merino como Carnero coincidieron en la relevancia de esta reforma en el mejoramiento de las instalaciones, que han estado al servicio de la ciudadanía durante demasiado tiempo sin las debidas actualizaciones.

El proyecto se prevé que entre en fase de licitación inmediata, con un presupuesto inicial de 5.016.114,04 euros, que será ejecutado por la entidad pública autonómica Somacyl. Este monto representa un aumento respecto al presupuesto previamente establecido de 4,5 millones de euros en el protocolo acordado por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y Carnero en abril pasado.

El consejero de Movilidad subrayó que se está cumpliendo el compromiso de iniciar la licitación antes de que finalice el año, mostrando su confianza en que los plazos continuarán respetándose. Una vez publicada la licitación, se abrirá un período de dos meses para que las empresas presenten sus ofertas, lo que permitiría que el proceso para determinar al adjudicatario y la firma de contratos avance rápidamente.

Se estima que las obras se llevarán a cabo en distintas fases, lo que permitirá que la estación siga en funcionamiento durante todo el proceso de remodelación. Carnero expresó su deseo de que en 2026 se presente una terminal de autobuses renovada. Tanto él como el consejero defendieron la urgencia de proceder con este proyecto, señalando que su ejecución es "inaplazable".

En este sentido, Carnero enfatizó la importancia de mantener la actual estación en condiciones óptimas hasta que el proyecto para la futura estación, que deberá ser soterrada según el convenio ferroviario, se materialice. Con una afluencia de 5 millones de pasajeros al año, la terminal representa una vital puerta de acceso a la ciudad.

Sanz Merino recordó que la necesidad de esta renovación se volvió apremiante debido a que el convenio para la integración ferroviaria de 2017 había estado sin movimientos significativos durante años, lo que justificó la necesidad de remediar la situación actual de la terminal que abarca las calles Puente Colgante, Arco de Ladrillo, San José y Gabilondo.

Es esencial mencionar que el convenio de 2017 contempla la creación de una estación de autobuses soterrada, con un costo proyectado de 28 millones de euros, provenientes de la Sociedad de Alta Velocidad (SVAV) que incluye a Adif, Renfe, la Junta y el Ayuntamiento. La Junta se compromete también a aportar hasta 4,5 millones de euros si se excede el presupuesto inicial.

El alcalde Carnero expresó su agradecimiento hacia el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y sus predecesores en la consejería de Movilidad, por la labor realizada para hacer posible este ambicioso proyecto de remodelación. En sus declaraciones, destacó la importancia de modernizar unas instalaciones que se encuentran en un estado deteriorado y que son cruciales para la calidad de vida de los vallisoletanos y visitantes, además de facilitar las relaciones con el área metropolitana.

La obra de modernización contempla la mejora significativa del edificio principal, las dársenas y otros servicios, lo que redundará en un aumento de la eficiencia energética y una mejora en la calidad de los servicios ofrecidos a los viajeros. La propuesta busca transformar la imagen de la estación, modernizar parte de las dársenas exteriores y optimizar los espacios comerciales y de oficinas dentro de la terminal.

Asimismo, se planea una renovación total de la imagen exterior de la estación, que presenta un diseño anclado en los años 70, eliminando estructuras añadidas y creando espacios ajardinados a ambos lados del nuevo acceso para autobuses, mientras que las vallas publicitarias serán retiradas de la zona de la calle Arco de Ladrillo.

En términos de servicio al usuario, la comodidad será una prioridad, mejorando la accesibilidad a través de la automatización de las barreras de acceso y modificando los accesos rodados. También se añadirá una zona de espera exterior cubierta, que se ubicará junto al nuevo jardín en la calle del Puente Colgante, limitando el acceso a la terminal de viajeros.

Las mejoras también incluirán la instalación de cortavientos en los accesos, así como la renovación de la iluminación, los techos y los paramentos del edificio, además de incorporar nuevo equipamiento y señalética moderna. Otra de las áreas que se abordará será la eficiencia energética, mediante la mejora de la envoltura térmica y la instalación de sistemas de climatización de alta eficiencia, así como paneles solares fotovoltaicos que integrarán a la estación en un sistema de transporte inteligente.

Estas herramientas tecnológicas servirán para optimizar la información proporcionada a los viajeros, automatizar las operaciones de entrada y salida de autobuses, gestionar flujos de personas y mejorar la seguridad en la terminal.

En el núcleo central de la estación, se llevará a cabo una reordenación del espacio, eliminándose el actual cuerpo central que alberga diversos locales comerciales, con el objetivo de crear un área más amplia y luminosa gracias a la incorporación de un lucernario. Se proyecta también un nuevo bloque de aseos y una homogenización de los espacios comerciales en los laterales.

El interior de la terminal verá cambios significativos en el pavimento y en los revestimientos verticales, además de optimizar los flujos de pasajeros al simplificar los accesos y crear nuevas acometidas eléctricas para futuras instalaciones de recarga de autobuses eléctricos.

Finalmente, se pretende mejorar las condiciones de salubridad y habitabilidad de las dársenas, eliminando cubiertas de fibrocemento, renovando la iluminación y los aseos en estas áreas, así como instalar un ascensor que garantice la accesibilidad a la planta superior de la terminal.