BURGOS, 27 de marzo. La comunidad educativa del Colegio Padre Manjón en Burgos ha alzado su voz enérgicamente tras un lamentable incidente en el que una profesora fue agredida por una madre. Este hecho violento, que tuvo lugar el miércoles en las instalaciones del centro, ha dejado a la institución y a su personal profundamente consternados, aunque los detalles del suceso aún no se han hecho públicos.

En respuesta a esta desagradable situación, la directora del colegio, Jimena García, lideró una concentración este jueves, donde miembros de la comunidad educativa se unieron para manifestar su rechazo a cualquier forma de violencia que se dirija hacia los educadores. García destacó que estas agresiones, tanto físicas como verbales y psicológicas, se han vuelto cada vez más comunes, lo que es inaceptable en una sociedad que debería valorar la educación y el respeto.

La directora enfatizó que la violencia no solo ataca los derechos fundamentales de aquellos que se dedican a la enseñanza, sino que también erosiona los cimientos de una sociedad que debe reconocer la educación y el respeto mutuo como sus pilares fundamentales. García manifestó la importancia de asumir la responsabilidad compartida en este problema, que no es exclusivo de los educadores ni de las instituciones, sino que involucra a todos los sectores de la sociedad, incluyendo familias y alumnos.

Durante su discurso, hizo un llamado a trabajar en conjunto para asegurar un entorno donde los profesores puedan desempeñar su labor con la dignidad y la seguridad que merecen. García recordó que los docentes no solo se limitan a transmitir conocimientos, sino que también desempeñan un papel crucial como formadores de valores y principios humanos en los estudiantes.

La violencia hacia los educadores, según García, es un reflejo de la falta de respeto hacia el proceso educativo y el importante papel que cumplen en la formación de las futuras generaciones. Por esta razón, hizo un llamamiento a todos los actores involucrados en el ámbito educativo para promover una cultura de diálogo, empatía y colaboración, resolviendo así los conflictos de manera pacífica y constructiva.