El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha instado a los ciudadanos a sentirse "orgullosos" de la relevancia de la comunidad en el contexto nacional, enfatizando que este orgullo debe ser presentado "sin vanidad, pero sin complejos".

En un evento realizado en Valladolid, que marcó la entrega de los Premios Castilla y León 2024, el presidente subrayó la importancia de construir una comunidad “estable y de sentido común” en medio de los “tiempos convulsos” que vivimos. Fernández Mañueco afirmó que se acerca el final de una legislatura que abrirá las puertas a una nueva etapa para la región.

Durante su intervención, el líder autonómico resaltó el compromiso de Castilla y León con la nación, citando a Julián Marías: "Nos hicimos España". Se comprometió a trabajar incansablemente para "fortalecer" el país frente a quienes buscan debilitarlo y para defender a España como "un hogar común" ante quienes desean dividirlo.

Fernández Mañueco reafirmó su defensa de la Constitución Española, que, según sus palabras, guía el destino de la nación en base a principios de libertad, igualdad, justicia y pluralismo. Estos valores, sostuvo, son imperativos para el desarrollo sólido y cohesionado de Castilla y León.

El presidente también destacó los logros económicos de la región y el compromiso con los servicios públicos, enfatizando las políticas dirigidas a promover la cohesión social y territorial, así como a garantizar verdadero progreso para todos los ciudadanos.

En un evento que este año se celebró en junio debido a la muerte del papa Francisco, Fernández Mañueco afirmó que hay “suficientes razones para sentirse profundamente orgulloso” de la comunidad, destacando su calidad y su capacidad para generar talento, lo que se evidenció en los galardonados en esta edición.

Al enfatizar las características distintivas de Castilla y León, el presidente habló del “coraje y la ambición” que han definido históricamente a la comunidad, citando a Miguel Delibes al referirse a ella como “hacedora de mundos”.

Fernández Mañueco rechazó cualquier visión pesimista y llamó a la confianza en el futuro de la región, citando a Torrente Ballester: “Las cosas dejan de existir cuando se deja de creer en ellas”.

El discurso continuó con una evocación a la identidad regional, aludiendo a Jesús Hilario Tundidor y exhortando a apreciar la tierra, recordando que mantener el respeto a uno mismo y creer en las capacidades propias son esenciales para avanzar con firmeza hacia el futuro.

Finalmente, el presidente instó a consolidar una Castilla y León centrada en las personas y mirando por las necesidades de todos, incluidos jóvenes, mayores, trabajadores y emprendedores, promoviendo una educación que valore el mérito y el talento.

Con una visión ambiciosa y competitiva, Fernández Mañueco pidió a los asistentes que se unieran en la construcción de una comunidad "orgullosa" de su historia y comprometida con un futuro brillante. Concluyó su intervención con versos de Francisco Pino, invitando a todos a encontrar belleza y conexión con la tierra que habitan.