LEÓN, 3 de julio. En una reciente intervención, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, atribuyó los inconvenientes experimentados en la T4 del aeropuerto de Madrid a diversas "circunstancias". Tras la aparición de largas filas en los controles de pasaportes, defendió que todos los puestos estaban operando y que se habían "dimensionado adecuadamente" para el volumen de tránsito esperado.

Las declaraciones del ministro se produjeron durante un evento en León, donde presentó un nuevo sistema de denuncia telemática de la Guardia Civil. Grande-Marlaska, al solicitar disculpas a los viajeros afectados por las demoras, explicó que en ocasiones específicas se registran niveles máximos de movimiento y que España está proyectando recibir más de cien millones de turistas en la temporada.

El titular de Interior destacó que el desbarajuste del día anterior se debió a una falla técnica que impidió la conexión entre bases de datos policiales durante un periodo limitado. Aclaró que todos los puntos de control estaban disponibles y reafirmó que la situación operativa en el aeropuerto el día jueves se había regularizado.

En su exposición, Grande-Marlaska reafirmó que los puestos de control están dimensionados en función de las necesidades actuales y subrayó que la "normalidad" en el servicio es una constante. En cuanto a la idea de aumentar el número de agentes en verano, se mostró firme en su postura al señalar que todos los controles de pasaportes estaban en perfecto estado y que no quería involucrarse en debates sobre la escasez de personal en dichos puntos.

Siguiendo con su argumentación, el ministro enfatizó que los puntos de control habían estado "totalmente servidos" y que el objetivo es ofrecer un servicio eficiente. No obstante, reconoció que en momentos particulares de alta afluencia, se pueden generar "pequeñas o grandes disfunciones", pero insistió en que se han tomado las medidas adecuadas para minimizar estos inconvenientes.