Mia Hansen-Love, galardonada con la Espiga de Honor en Seminci, confiesa haber enfrentado dudas sobre su carrera en el cine.
                                        VALLADOLID, 31 de octubre.
La reconocida directora francesa Mia Hansen-Løve fue homenajeada el día de hoy con la prestigiosa Espiga de Honor durante la 70ª Semana Internacional del Cine de Valladolid. El emotivo evento se llevó a cabo en el Teatro Calderón, donde Hansen-Løve manifestó que este galardón representa un aliciente en su trayectoria, marcada por momentos de duda y frustración, en los que llegó a cuestionar su elección de carrera, así como su propia valía como cineasta.
“El proceso creativo de un cineasta, que a menudo se percepciona como sólido y estable, puede transformarse en una experiencia tumultuosa y frágil”, reflexionó la cineasta ante un público entusiasta en Valladolid, mientras compartía su experiencia personal en la industria del cine.
Al recibir la Espiga de Honor, la cineasta expresó su agradecimiento por la “calidez” que su trabajo ha encontrado en España, enfatizando que no consideraba este premio como un simple reconocimiento, sino como un impulso necesario para seguir adelante en su búsqueda artística, que comenzó al realizar su primera película y que espera que la acompañe a lo largo de su vida.
Asimismo, Hansen-Løve se tomó un momento para discutir las dificultades inherentes a la realización de cine, describiendo cada nueva película como un verdadero “combate”. Destacó la dura batalla por obtener financiación, que forma la cara más visible del proceso, mientras que, en el fondo, enfrenta también los desafíos que vienen con el miedo, la incertidumbre y la presión del mercado.
Aseguró que lleva ya tres años luchando para conseguir el financiamiento de su próximo proyecto, el cual describió como una ambiciosa epopeya de época centrada en una heroína femenina.
La entrega del galardón estuvo a cargo de José Luis Cienfuegos, director de Seminci, y de Serge Toubiana, ex director de la Cinemateca Francesa y de la revista Cahiers du Cinéma, quien además formó parte del jurado internacional en esta edición del festival.
Cienfuegos elogió la obra de Hansen-Løve, describiéndola como una de las más influyentes en el cine europeo contemporáneo, y resaltó que su estilo ha dejado huella en varios cineastas españoles contemporáneos, tales como Carla Simón y Rodrigo Sorogoyen, quienes están definiendo el futuro del cine nacional.
Por su parte, Toubiana, quien conoce a Hansen-Løve desde hace tres décadas, recordó su paso como crítica en Cahiers du Cinéma y su rápida transición al cine, destacando su notable producción de ocho largos en menos de veinte años.
Hansen-Løve comenzó su carrera dirigiendo después de haber trabajado en la crítica cinematográfica y de actuar en películas de Olivier Assayas, como “Finales de agosto, principios de septiembre” (1998) y “Destinos sentimentales” (2000).
Su filmografía incluye títulos aclamados como “Todo está perdonado” (2007), que le valió el Premio Louis Delluc al mejor debut, “Le père de mes enfants” (2009), que recibió premios en Cannes, y “El porvenir” (2016), que le otorgó un Oso de Plata por su dirección en Berlín. Otros trabajos destacados incluyen “Un amour de jeunesse” (2011) y “La isla de Bergman” (2021), que han resonado tanto en la crítica como en el público.
Cienfuegos, antes de la entrega del galardón, subrayó el papel fundamental que el arte y la vida intelectual desempeñan en el crecimiento de los individuos, enfatizando cómo a menudo estos personajes se abren camino a través del arte tras enfrentar pérdidas personales.
Tras el reconocimiento, Hansen-Løve participó en una proyección especial de su primera película, “Tout est pardonné”, que, estrenada en la Quincena de Realizadores y nominada a los Premios César, la estableció como una cineasta esencial en el panorama del cine europeo del XXI, ofreciendo ya indicios de la estética que caracterizará su obra futura.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.