LEÓN, 18 de agosto. Miles de ciudadanos, con cifras que rondan entre los 1.500 según la Subdelegación del Gobierno y más de 2.500 según los organizadores, se han congregado en la capital leonesa. Su propósito es demandar que se declare el nivel 3 de emergencia de interés nacional y exigir la dimisión de altos cargos de la Junta de Castilla y León, entre ellos, Juan Carlos Suárez-Quiñones, consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, y José Ángel Arranz, director general del Patrimonio Natural y Política Forestal.

Los líderes de la manifestación comunicaron a Europa Press que la afluencia de personas ha sido un “rotundo éxito”, resaltando que durante el evento se recogieron cerca de mil solicitudes individuales para la solicitud oficial del nivel de emergencia, que serán presentadas al Ministerio del Interior.

Asimismo, la organización confirmó que muchos manifestantes no pudieron acceder a la concentración, la cual tuvo lugar frente al Ayuntamiento de León, debido a que las instalaciones se encontraban “colapsadas” por la multitud.

Los asistentes llevaban pancartas con mensajes contundentes como “León se quema”, “Suárez-Quiñones, dimisión ya” y “¡Por la declaración de emergencia nivel 3 para León!”.

Durante el evento, se rindió un emotivo homenaje a las víctimas de los incendios en forma de un minuto de silencio en recuerdo de las tres personas fallecidas. Igualmente, se hicieron declaraciones en las que la Asociación de Bomberos Forestales apuntó a Arranz como uno de los responsables de las políticas que, según su opinión, han generado “carencias gravísimas”. Además, se emitió un manifiesto por parte de los ciudadanos leoneses, que han sido afectados directamente por los incendios.

Bajo el lema “Contra el fuego de la inacción: ¡Prevención y medios ya!”, los manifestantes también pegaron imágenes de los políticos en el Ayuntamiento, con el fin de señalar la falta de recursos adecuados para combatir la ola de incendios, que ha demostrado exceder la capacidad de respuesta de los recursos públicos, comprometiendo tanto la seguridad de los ciudadanos como la protección del medio ambiente.

Los organizadores resaltaron que la situación crítica en el Parque Nacional de Picos de Europa, así como la alarmante contaminación del aire en distintas áreas de León, han creado un grave problema de salud, especialmente para las poblaciones más vulnerables.

Además, se criticó la gestión de la Junta, que ha estado marcada por “recortes en prevención y condiciones laborales precarias” para los bomberos forestales, responsabilizando directamente a Suárez-Quiñones y Arranz de esta situación alarmante.

Por último, los manifestantes expresaron su preocupación por el “negacionismo climático”, las “dificultades” enfrentadas por los bomberos forestales y el “desvío de fondos del sector público al privado”, que ha tenido repercusiones desastrosas en el combate contra el fuego.