VALLADOLID, 20 de agosto.

Una multitud de más de 1.500 personas, según informes de la policía, se congregó este miércoles en las principales arterias de Valladolid para manifestarse contra la gestión de los recientes incendios que han afectado gravemente a la comunidad. Los asistentes expresaron su descontento hacia lo que consideran una "incompetencia política" por parte de la Junta y exigieron una mayor atención en materia de prevención, así como la renuncia del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones.

La movilización tuvo lugar en la emblemática plaza de la Fuente Dorada, donde muchos ciudadanos se dieron cita a las 20:00 horas. El evento inició con un emotivo minuto de silencio en homenaje a las víctimas que han perdido la vida a causa de los devastadores incendios, descritos por algunos como "monstruos climáticos de sexta generación".

Tras el minuto de silencio, los organizadores tomaron la palabra, denunciando que el Gobierno autonómico parece más interesado en la "calculadora política" y en rivalizar con el Gobierno central, en lugar de afrontar la crisis de los incendios que han devastado la región. Criticaron la falta de acción y la inacción ante una situación que calificaron como "paranormal".

Uno de los portavoces de las plataformas organizadoras de la manifestación enfatizó que "no basta con promesas de ayudas" por parte de Mañueco; primero debe cesar a ciertos funcionarios, como el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, para luego considerar su propia salida.

El mensaje central de los manifestantes fue claro: demandaron que los representantes políticos trabajen juntos para afrontar la emergencia climática en vez de alimentar teorías de conspiración sobre supuestos pirómanos. Argumentaron que difundir tales historias solo genera desconfianza y angustia en la ciudadanía, creando un clima de caos innecesario.

A lo largo de la manifestación, que recorrió importantes avenidas de la ciudad hasta culminar en la Plaza Mayor, los participantes alzaron pancartas con mensajes contundentes como "Mañueco y Quiñones, dimisión ya", "Políticas ecosociales frente a la emergencia", así como demandas por "plantillas públicas, dignas y estables".

El descontento también se manifestó en consignas como "Los pueblos y los bosques no se venden, se defienden" y "Bomberos forestales públicos y estables", reflejando un malestar generalizado hacia la gestión del gobierno en relación a los incendios que han asolado la región.

Bajo el lema "Contra el fuego de la inacción: ¡Prevención y medios ya!", la concentración se organizó para criticar la escasez de recursos disponibles para combatir la ola de incendios. Los manifestantes señalaron que la magnitud de la crisis ha superado la capacidad de respuesta de los recursos autonómicos y locales, lo cual pone en riesgo tanto la seguridad de los habitantes como la protección del medio ambiente.

Los convocadores concluyeron señalando que "nuestra tierra arde por la incompetencia y la dejadez" de aquellos que son responsables de implementar estrategias efectivas de prevención y extinción. "Con el PP, Castilla y León se quema. Mañueco y Quiñones, dimisión", reiteraron los organizadores, resaltando la urgencia de su mensaje.