Óscar Puente critica la actitud del PP que promueve a grupos extremistas
El diputado nacional y secretario general del PSOE de Valladolid, Óscar Puente, ha criticado al Partido Popular por alimentar actitudes violentas en las concentraciones y manifestaciones en contra del acuerdo entre el PSOE y los partidos independentistas. Puente considera preocupante la escalada verbal que se está viviendo en las calles y se siente indirectamente implicado.
"Entiendo que haya sectores exaltados que no sepan controlarse, pero me resulta más difícil de entender que un partido como el Partido Popular alimente este tipo de actitudes", reprocha Puente.
Además, Puente está en contra de las manifestaciones frente a las sedes políticas, tanto en el caso del PSOE como en el del Partido Popular. Considera que esto es una forma de hostigamiento a los representantes democráticos.
Puente también ha criticado la actitud de algunos miembros del Gobierno de la Junta de Castilla y León. Dice que es lamentable ver al vicepresidente de la Junta gritando consignas como "Las lecheras a la frontera" o al consejero de Industria saltando mientras se grita "puto rojo, el que no vote". Según Puente, esto es algo que no se imagina ver en personas "de orden" y lo considera bastante pobre cuando se supone que representan a todos los ciudadanos.
Ante la pregunta sobre si la presencia de tres parlamentarios nacionales en el Ayuntamiento de Valladolid contribuirá a una mayor crispación, Puente responde preguntando: ¿Cuándo no ha habido crispación en el Ayuntamiento? Según él, durante los 16 años que ha estado en el Consistorio vallisoletano, ha habido una gran crispación generada principalmente por el gobierno, impulsada por el exalcalde del PP Javier León de la Riva.
En cuanto al alcalde, Puente prevé que se centrará más en la política nacional que en la gestión municipal y los problemas de la ciudad. Señala que el alcalde está volcado en su constante actividad política, criticando la amnistía y la investidura de Sánchez. Puente cree que el alcalde sigue la estrategia de crispación que dicta su partido.