VALLADOLID, 4 Oct.

El juicio contra Alejandro G.E., conocido como 'Rine' y miembro de la banda del BMW, se llevará a cabo este jueves, 5 de octubre, en la Audiencia de Valladolid. El acusado enfrenta una posible condena de casi ocho años de prisión por una peligrosa persecución policial en noviembre de 2019. Durante la persecución, el acusado, que tiene antecedentes por conducción sin carné, llegó a arrojar una maza de grandes dimensiones a sus perseguidores.

A lo largo de los años 2002 y 2019, el encausado ha acumulado numerosas condenas que suman seis años y medio de cárcel, así como la prohibición de conducir vehículos a motor con más de catorce años de antigüedad. Estas condenas incluyen dos por atentado, dos por conducir bajo la influencia de alcohol y tres por conducir sin licencia.

La fiscalía lo acusa ahora de conducción temeraria, con la agravante de reincidencia, así como de atentado con instrumento peligroso y conducción sin permiso, ambos con la agravante de multirreincidencia. Las penas solicitadas suman siete años y nueve meses de prisión, así como la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante seis años, según fuentes jurídicas.

En esta ocasión, el acusado se sentará en el banquillo para responder por la peligrosa huida que tuvo lugar en la madrugada del 15 de noviembre de 2019 en la A-62. La persecución comenzó cuando el acusado se saltó un control policial establecido a la salida de Valladolid tras recibir información sobre un robo en una gasolinera.

Los agentes iniciaron la persecución de un Seat León que se dirigía hacia Fuensaldaña, ya que el vehículo era similar al utilizado en el robo. Más tarde, el acusado se unió a la persecución a bordo de su BMW, que estaba detenido en la incorporación a la A-62.

A pesar de que los funcionarios activaron las luces y sirenas para que ambos vehículos detuvieran su marcha, los conductores hicieron caso omiso y huyeron a una velocidad de 200 kilómetros por hora.

En medio de la persecución, el conductor del Seat León logró escapar tomando la salida a Zaratán, pero luego volvió a aparecer detrás de los agentes, pasada la localidad de Geria. Después de adelantar a los agentes, se colocó entre ellos y el BMW con el fin de frenarlos. El conductor comenzó a arrojar por la ventana un polvo gris, presumiblemente de un extintor, que dificultaba la visibilidad de los perseguidores y puso en peligro sus vidas.

Al llegar a la salida 142, el Seat León abandonó la autovía y los agentes de Policía Nacional continuaron la persecución del BMW conducido por el acusado en dirección a Tordesillas. Luego, el acusado se incorporó a la A-6 en dirección a Madrid, realizó un cambio de sentido y volvió a la A-62 en dirección a Valladolid.

Según el fiscal del caso, en el kilómetro 144, el perseguido comenzó a arrojar objetos por la ventana, incluyendo una maza de grandes dimensiones que golpeó el vehículo policial. Esto puso en peligro la vida de los agentes y de los demás usuarios de la A-62.

La persecución terminó en el kilómetro 134, donde la policía había realizado un filtro para desviar el tráfico de la vía principal a la de servicio. En ese punto, el coche del perseguido chocó contra la parte trasera de un camión. A pesar de intentar huir, el acusado no lo logró, ya que uno de los agentes realizó un disparo intimidatorio al suelo. Luego, ambos agentes lo sacaron por la ventana del coche al quedar bloqueada la puerta del conductor debido al impacto.