VALLADOLID, 14 de noviembre.

En una reciente operación denominada 'Pechome', la Guardia Civil de Valladolid ha logrado la detención en Aranda de Duero, en la provincia de Burgos, de un individuo de nacionalidad extranjera, acusado de haber cometido un robo con violencia e intimidación. Este hecho se llevó a cabo utilizando un método conocido como el "abrazo cariñoso", donde la delincuente sustrajo un reloj de lujo valorado en 10.000 euros a su víctima.

La víctima, un hombre de 57 años, fue sorprendido por una mujer mientras caminaba tranquilamente por una calle de la Seca. La atacante se le acercó con insinuaciones y estableció un contacto físico, sujetándole del brazo. A pesar de sus intentos de separarse de ella, pocos minutos después se dio cuenta de que su reloj de muñeca había desaparecido, según ha informado el cuerpo de seguridad mediante un comunicado oficial.

Los agentes de la Guardia Civil llevaron a cabo una exhaustiva investigación, donde interrogaron tanto a la víctima como a testigos del suceso. Posteriormente, a través de un reconocimiento fotográfico, la víctima identificó sin lugar a dudas a la joven que ahora se encuentra detenida.

Una vez que la mujer fue identificada, la Guardia Civil no tardó en intensificar su búsqueda en los días posteriores. Finalmente, lograron localizarla y proceder a su detención en la localidad burgalesa de Aranda de Duero.

Este tipo de métodos delictivos no son nuevos y han estado operando desde hace varios años. Comúnmente, son bandas criminales provenientes de países del este de Europa las que emplean esta estrategia, actuando de forma itinerante y cambiando de ubicación con frecuencia, lo que complica significativamente su identificación y captura.

Estas bandas criminales eligen como víctimas a personas ancianas, o a aquellas que han sido previamente observadas mostrando joyas o relojes de gran valor. Al aproximarse a sus objetivos, desvían su atención mediante frases triviales, como referencias a un embarazo, ofreciendo favores sexuales a hombres o planteando preguntas sobre familiares.

Una vez que han logrado establecer un contacto físico, las abrazan y aprovechan esa distracción para despojarles de sus pertenencias, como anillos, collares o relojes. Tras llevar a cabo el robo, y antes de que la víctima sea consciente de lo ocurrido, la delincuente se retira rápidamente del lugar a bordo de un vehículo que la espera particularmente cerca, asegurándose así una rápida huida con el botín, detalla el comunicado de la Guardia Civil.