Crónica Castilla y León.

Crónica Castilla y León.

Castilla y León tiene la mayor cantidad de personas con discapacidad viviendo en centros de toda España.

Castilla y León tiene la mayor cantidad de personas con discapacidad viviendo en centros de toda España.

Un informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que Castilla y León lidera la lista con una tasa de 18 personas con discapacidad residentes en centros por cada 1.000 habitantes. Le siguen Aragón con 13,2 y Asturias con 12,9.

En contraste, las tasas más bajas se registraron en las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta, con 2,5 y 3,3 respectivamente, y en Andalucía, con 3,8 personas con discapacidad por cada 1.000 habitantes.

Según el informe, en total en España había 357.894 personas residentes en centros con alguna discapacidad en el año 2023, lo que representa el 94,7% de todas las personas que viven en centros, según la 'Encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y Situaciones de Dependencia'.

De ese total, 124.774 eran hombres y 233.121 mujeres. El 65,1% de las personas con discapacidad residentes en centros eran mujeres, mientras que el 34,9% eran hombres.

En relación con la edad, el 65% de las personas con discapacidad en centros residenciales tenían 80 años o más, seguido por el 20% que tenían entre 65 y 79 años, y el 15% que tenían entre 6 y 64 años.

Las discapacidades más comunes estaban relacionadas con actividades básicas de la vida diaria, como problemas de cuidado personal, vida doméstica y dificultades de movilidad. Estas dificultades eran más frecuentes en mujeres que en hombres y se manifestaban con mayor intensidad en las personas de 80 años o más.

En cuanto a la autonomía de las personas con discapacidad en centros, un porcentaje significativo reportó problemas de accesibilidad dentro y fuera de los centros, siendo más destacados en mujeres y en personas de 80 años o más. A pesar de esto, la mayoría de las personas con discapacidad no se sintieron discriminadas por su condición.

Por último, el informe mostró que la mayoría de las personas con discapacidad en centros recibían visitas o mantenían contacto con familiares y amigos al menos una vez por semana, aunque un pequeño porcentaje no se reunía con familiares y otro porcentaje no utilizaba medios de comunicación. La mayoría consideraba adecuado el contacto con sus seres queridos.