Un hecho trágico se presentó en Santovenia de Pisuerga (Valladolid) cuando un individuo identificado como Pablo Antonio S.H. (conocido como 'Chiqui') acabó con la vida de un vecino y se atrincheró en su casa. Un miembro de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil, desplazado para detenerlo, reveló que el criminal advirtió que el primer muerto tenía un "coste" pero los demás serían gratuitos, en un acto lleno de amenazas.
El comandante de la Guardia Civil que acompañaba al agente caído 'Perico', recordó cómo escucharon el disparo fatal mientras estaban frente a la puerta donde se refugiaba el 'Chiqui', describiendo su actitud desafiante y amenazante antes y después del trágico suceso.
Los agentes de la UEI se prepararon con medidas de seguridad, como escudos balísticos y chalecos antibalas, pero el disparo a través de la puerta alcanzó a 'Perico' de manera letal. El comandante lamentó que no existe un casco que pueda detener un proyectil de ese calibre.
La operación se desplegó tras el asesinato de un vecino y el involucramiento de rehenes, entre ellos el yerno del criminal. Luego de horas de tensión, el 'Chiqui' se entregó tras liberar al joven y recibir una dosis de metadona.
Las declaraciones de los agentes de la UEI cuestionaron la versión del joven retenido, sembrando dudas sobre su condición de víctima durante el juicio en curso. Por otro lado, agentes de la USECIC respaldaron la idea de que el 'Chiqui' retenía al joven, basándose en sus gritos de auxilio escuchados tras la puerta.
Testimonios de agentes revelaron que el acusado intentó huir por la ventana después de matar a su vecino. Este detalle, junto con su lucha contra las condenas propuestas, sugiere que estaba en plenas facultades al cometer los crímenes.
El juicio continúa y se espera que se haga justicia para las víctimas y sus familias, mientras se determina la responsabilidad del 'Chiqui' en estos terribles sucesos.
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