Una reciente operación de la Guardia Civil ha llevado a la desarticulación de una red criminal que operaba en diversas localidades de España, específicamente en León, Burgos, Valladolid y Ávila. Esta organización explotaba laboralmente a varias personas, algunas de las cuales fueron captadas en su país de origen, Colombia.

El despliegue de esta acción policial resultó en la detención de tres individuos y la investigación de un cuarto. Las víctimas, en su mayoría colombianas, eran utilizadas como vigilantes en empresas dedicadas a la seguridad, trabajando en condiciones extremas que incluían turnos prolongados y la obligación de cumplir jornadas completas incluso durante fines de semana y festividades.

Se ha documentado que algunos de estos trabajadores llegaron a acumular más de 500 horas sin descanso, evidenciando la gravedad de la explotación. Las pesquisas han revelado que la organización se enfocaba en captar a estas personas en Colombia, prometiéndoles una vida mejor, solo para después sumergirlas en un ciclo de engaño y deudas.

Los afectados se encontraban en una situación de irregularidad en España y carecían de contratos laborales. A pesar de esto, recibían un salario que apenas alcanzaba la tercera parte de lo que legalmente les correspondía, evidenciando la explotación sistemática a la que eran sometidos.

Las condiciones en las que trabajaban eran precarias; vivían en espacios insalubres, frecuentemente durmiendo sobre cartones y sin contacto con el exterior, lo cual pone de manifiesto la vulneración de sus derechos básicos.

El modus operandi de la organización criminal se caracterizó por el abuso de poder y el engaño, dirigiéndose a personas en situaciones de vulnerabilidad extrema. Este enfoque aseguraba que las víctimas permanecieran sumisas y dependientes de la red, sin posibilidades de escapar de esta situación.

La Guardia Civil ha indicado que la operación continúa en marcha para identificar a más víctimas que puedan haber caído en la misma trampa. Las actuaciones judiciales llevadas a cabo junto a los detenidos y las pruebas recolectadas han sido remitidas al Juzgado de Instrucción número 5 de León.

Dicha intervención forma parte del 'Plan de actuación contra la Trata de Seres Humanos' que tiene en ejecución la Comandancia de la Guardia Civil en León, subrayando así el compromiso de las autoridades para combatir estas prácticas ilegales y proteger a los más vulnerables.