Crónica Castilla y León.

Crónica Castilla y León.

El TSJ reduce a dos años la condena a un vallisoletano que atacó a su cuñado con un cuchillo.

El TSJ reduce a dos años la condena a un vallisoletano que atacó a su cuñado con un cuchillo.

La Audiencia Provincial ha exonerado a un individuo de una tentativa de homicidio, pero le ha impuesto una condena de tres años y cuatro meses de prisión por un delito de lesiones.

Desde Valladolid, el 3 de diciembre, llega la noticia de que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha decidido reducir la pena de cárcel a dos años para Edgar G.C., un colombiano condenado por herir a su cuñado con un cuchillo de cocina durante una pelea en su domicilio el 1 de enero de 2021.

En un dictamen de la sala de lo Civil y Penal del TSJCyL, ubicado en Burgos, se ha dado lugar a un recurso de apelación que ha llevado a la revisión de la sentencia anterior. Así, la pena original de tres años y cuatro meses, impuesta por la Audiencia Provincial en abril, se ha reducido a dos años de prisión, esto en búsqueda de una proporcionalidad más ajustada entre la sanción y el delito de lesiones por el que fue declarado culpable, según han informado fuentes legales a Europa Press.

En la resolución que ahora ha sido parcialmente revocada, el tribunal absolvió a este hombre del delito de tentativa de homicidio que el Ministerio Fiscal le había atribuido, lo que le habría expuesto a una pena de siete años y medio de cárcel. Sin embargo, fue condenado por lesiones, acompañado de una obligación de abonar al Sacyl 3.694 euros por los gastos de asistencia causados a la víctima, cifra que ha sido confirmada por el TSJCyL.

La decisión de la alta instancia castellanoleonesa, al reducir la pena privativa de libertad, abre la puerta para que la defensa solicite la suspensión de la ejecución de la condena, lo cual podría permitir al condenado evadir el ingreso en prisión.

Durante el proceso judicial, la fiscal del caso cuestionó la credibilidad de la versión presentada por el acusado Edgar G.C., su cuñado herido Hugo S. y la pareja de este, María Isabel García. Según los testimonios, lo que parecía ser un ataque con arma blanca en el contexto de una discusión familiar dentro del apartamento se transformó, a raíz de sus declaraciones, en un altercado en la calle donde la víctima habría sido agredida por individuos ajenos.

Edgar, en su defensa, relató que el 31 de diciembre de 2020 estaba con sus familiares, listos para celebrar la Noche Vieja en el piso que compartían en el Paseo de Zorrilla. Sin embargo, debido a la violencia provocada por su cuñado Hugo —que había consumido una gran cantidad de alcohol—, la Policía Municipal intervino en dos ocasiones. A pesar de que Hugo fue inicialmente desviado por la fuerza del orden, regresó al apartamento, lo que resultó en un nuevo altercado.

Según el relato del acusado, cuando abrió la puerta a su cuñado, este tenía la cara ensangrentada y afirmó que había tenido una pelea con unos desconocidos en la calle. Ya en la vivienda, la situación se tornó tensa, y Edgar sostiene que lo único que ocurrió fue un "forcejeo", negando haber atacado a su cuñado con un cuchillo de cocina de 12 centímetros, el cual causó una herida seria que perforó un pulmón.

A pesar de que se hallaron muestras de su ADN en el cuchillo, el acusado argumentó que esto se debía al uso que le había dado auparavant para manipular pirotecnia. Además, insistió en que la herida de su cuñado era anterior a su llegada a casa, algo que fue corroborado por la versión de la víctima y otros familiares.

El mismo Hugo, quien rechazó cualquier intento de asesinato por parte de Edgar, relató un episodio confuso en el que, tras deambular por la calle después de haber sido expulsado de la vivienda, se enfrentó a varios hombres. No recordó con claridad lo ocurrido, afirmando que al despertar se encontraba en el suelo, sin ser consciente de haber estado armado con el cuchillo en su chaqueta.

En medio de la confusión, el testimonio fue respaldado por la pareja de la víctima y su hija, quienes también negaron que existiera intención homicida por parte de Edgar. Sin embargo, un médico que atendió a la víctima declaró que Hugo, en presencia de familiares, identificó a su cuñado como el responsable de la herida. Asimismo, agentes de la Policía Local corroboraron que la víctima mencionó tres ataques por parte del acusado.

Los agentes refirieron que, aunque encontraron a Hugo con una herida en la ceja, no hallaron indicios de un enfrentamiento previo que pudiera relacionarse con lo que Edgar y su familia describieron como un simple forcejeo. A pesar de las inconsistencias en los relatos y la defensa del acusado, la fiscal continuó defendiendo su petición de condena por intento de homicidio, solicitando una pena de siete años y medio así como la expulsión del país tras cumplir su condena debido a su estatus migratorio irregular en España.

Finalmente, se exigió un pago de indemnización de casi 3.700 euros a Sacyl por los gastos médicos incurridos, monto que fue fijado en la condena que le fue ratificada al condenado.