VALLADOLID, 5 de enero.

Este próximo lunes, 6 de enero, Día de Reyes, se prevé un notable descenso de las temperaturas en la comunidad de Castilla y León. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las provincias de Burgos y Palencia se encuentran bajo aviso amarillo debido a la presencia de vientos que pueden alcanzar altas velocidades hasta las primeras horas de la mañana.

Los avisos que afectan a estas regiones estarán en vigor en las áreas de la Meseta, Ibérica, Norte y Cordillera Cantábrica de Burgos, así como en la Cordillera Cantábrica de Palencia, con una duración hasta las 5:59 horas de este lunes. Se anticipan ráfagas de viento que pueden llegar hasta los 80 kilómetros por hora, lo que podría generar algunas incomodidades en la movilidad y el bienestar de los ciudadanos.

Durante la jornada, se prevé que el cielo en la Comunidad esté mayormente nublado, con chubascos de escasa intensidad que se concentrarán sobre todo en las zonas montañosas. A medida que avance la tarde, las nubes darán paso a un estado más despejado, y se espera que las precipitaciones vayan menguando.

En cuanto a la nieve, se estima que la cota oscile entre los 1.500 y 1.800 metros de altitud en un eje que va del noroeste al sureste. Sin embargo, se prevé que descienda a altitudes aproximadas de 1.100 a 1.200 metros, lo que podría ocasionar algunos bancos de niebla en las áreas de montaña.

En lo que respecta a las temperaturas, se anticipa un descenso generalizado, especialmente en los mínimos, que podría resultar notable. Los pronósticos también indican la posibilidad de heladas débiles, siendo más marcadas en las zonas montañosas.

Finalmente, este lunes la dirección del viento se establecerá del suroeste al oeste, comenzando con intervalos de intensidad fuerte y rachas muy fuertes en el noreste. Sin embargo, se proyecta que estas rachas irán disminuyendo a niveles moderados en el transcurso del día.