Crónica Castilla y León.

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Liberado tras asalto a tres tiendas en Valladolid, llevándose móviles y 3.000 euros.

Liberado tras asalto a tres tiendas en Valladolid, llevándose móviles y 3.000 euros.

Un individuo ha sido arrestado en Valladolid bajo sospecha de haber llevado a cabo tres robos con fuerza en distintos establecimientos de la ciudad, incluido un centro deportivo. Las acciones del detenido han suscitado preocupaciones sobre la seguridad en la comunidad, después de que se reportara que sustrajo artículos valiosos como una tablet, un teléfono móvil y una suma considerable de dinero, en total alrededor de 3.000 euros.

La situación se remonta al 20 de diciembre, cuando se registró el primer incidente en un local del paseo Zorrilla. A este le siguió otro robo en la madrugada del 5 de enero en un centro deportivo en Delicias, y posteriormente, el 12 de enero, el tercer robo en un establecimiento del barrio de Pajarillos. La Policía Nacional, a través de un comunicado oficial, ha confirmado estos detalles y ha enfatizado la preocupación por el modus operandi del sospechoso.

El desarrollo de los eventos se aceleró a partir del 15 de enero, cuando agentes de Seguridad Ciudadana detectaron a un sujeto en el barrio de Girón que tenía una orden de búsqueda activa por un robo realizado en Pajarillos el 12 de enero. En este ilícito había logrado llevarse una tablet y 500 euros, lo que llevó a su inmediata detención por parte de las autoridades.

Una vez en custodia policial, el detenido fue sometido a una serie de investigaciones por parte del grupo especializado en robos de la Policía Nacional. Como resultado de estas pesquisas, se le atribuyeron otros dos robos adicionales, destacándose el que tuvo lugar el 5 de enero en el centro deportivo, donde únicamente logró sustraer un teléfono móvil, y el otro acontecido el 20 de diciembre, en el cual se apoderó de cerca de 3.000 euros.

La policía ha señalado que el modus operandi del sospechoso era alarmantemente similar en cada uno de los robos perpetrados. Este hombre forzaba las puertas de entrada, ya sea rompiendo el cristal en los establecimientos del barrio de Pajarillos y del Paseo Zorrilla, o manipulando las cerraduras para acceder a los interiores. Una vez dentro, su objetivo era claro: acceder a la caja registradora o a cualquier otro objeto de valor que pudiera hallar a su paso.