VALLADOLID, 9 de mayo. En un alarmante suceso de violencia familiar que ha conmocionado a la comunidad, la Policía Municipal de Valladolid ha arrestado a una mujer de 43 años tras ser acusada de agredir a su hija de 10 años. La intervención se produjo después de que se recibieran denuncias sobre el comportamiento inaceptable de la madre, quien se encontraba en estado de embriaguez en un bar junto a la menor.

La situación fue reportada alrededor de la medianoche del pasado viernes, cuando los agentes fueron llamados a un bar cercano a la emblemática Plaza Circular. Al llegar, encontraron a la mujer claramente alterada y eufórica, profiriendo insultos a su hija y, en un acto de agresión, golpeándola en la pierna. Este comportamiento preocupante puso en alerta a quienes se encontraban en el local.

Los oficiales se entrevistaron con la camarera y algunos testigos del incidente, quienes confirmaron que la mujer era una clienta habitual y que había estado consumiendo alcohol desde la tarde, exhibiendo una creciente agresividad. La pequeña, por su parte, había estado rogando durante varias horas a su madre que regresaran a casa, pero sus súplicas no fueron escuchadas.

Un testigo del lugar reportó que la madre había menospreciado a la niña al llamarla "mala hija", y que su frustración se tradujo en una agresión física hacia la menor. Las palabras de la pequeña, que aseguraba tener miedo y deseaba que su padre, expareja de la mujer, la recogiera, reflejan la gravedad de la situación.

Los agentes tomaron en serio la declaración de la niña, quien destacó que su madre solía abusar del alcohol los fines de semana, lo que la llevaba a alterarse y a exhibir comportamientos violentos. Por lo tanto, los policías decidieron arrestar a la madre, acusándola de un presunto delito de violencia en el ámbito familiar, en un intento de proteger a la menor y asegurar su bienestar.