VALLADOLID, 16 Abr. - La Audiencia Provincial de Valladolid ha dictado sentencia condenatoria a un profesor a cumplir como mínimo nueve años de prisión por haber cometido agresión sexual contra una alumna de 15 años a la que enseñaba Matemáticas en su hogar. El tribunal ha confirmado que el docente tuvo relaciones sexuales completas con la menor, siendo plenamente consciente de su edad y condición de víctima.

En el fallo, la Sección Segunda de lo Penal del tribunal ha calificado al acusado como culpable de un delito de agresión sexual sobre menor de 16 años, con acceso carnal, sin uso de la violencia o intimidación, pero abusando de la posición de superioridad que tenía sobre la víctima. Además de la pena de prisión, que era inferior a la solicitada por las partes demandantes que pidieron 13 años, se ha indicado que el condenado deberá mantener una distancia mínima de 500 metros respecto a la menor y no podrá comunicarse con ella durante al menos diez años.

Asimismo, la sentencia incluye la inhabilitación del profesor para cualquier actividad profesional que implique contacto con menores, durante un periodo que supera en diez años a la pena de prisión impuesta. También se ordena una libertad vigilada de cinco años tras el cumplimiento de la pena y, como responsabilidad civil, el condenado deberá indemnizar a la víctima con 20.000 euros por el daño moral infligido, según han comunicado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

El profesor, que contaba con 52 años en el momento de los hechos, comenzó a dar clases particulares a la menor desde finales de octubre de 2020 en su propio domicilio. Aprovechando su posición, el docente se acercó a ella con mensajes escritos en su material escolar y fotografías en un intento de crear una relación personal, llegando incluso a enviarle música y regalos.

El acusado, utilizando diferentes seudónimos y teléfonos, inició un intercambio de mensajes románticos con la menor, advirtiéndola que los borrara inmediatamente tras ser leídos. En un encuentro del 12 de diciembre de 2020, preguntó a la adolescente si podía acudir a su casa bajo el pretexto de un taller de Matemáticas; al llegar, se encontró sola y el acusado la llevó a una habitación, donde se inició una serie de abusos sexuales.

Durante ese encuentro, el profesor llevó a cabo actos sexuales que incluyeron tocar a la niña de manera inadecuada y forzarla a realizar actos sexuales, incluyendo penetración sin preservativo. Posteriormente, le pidió que bailara antes de advertirle que no debía contar nada de lo sucedido.

A pesar de no confesar lo ocurrido a sus padres en ese instante, el 27 de diciembre de 2020 su padre descubrió mensajes en su teléfono enviado por el docente. Los progenitores, al enterarse de la situación, consideraron la relación inapropiada y decidieron terminar las clases particulares.

No fue hasta agosto de 2021 que la menor compartió con un novio el hecho de haber tenido relaciones sexuales con su profesor, aunque sin entrar en detalles. Posteriormente, en enero de 2022, la adolescente decidió confesarle a su antigua orientadora escolar la verdad sobre el abuso sexual, lo cual le había causado un impacto significativo en su bienestar psicológico y emocional, necesidad que requirió atención profesional.