VALLADOLID, 10 de diciembre. Un grupo de aproximadamente 200 tractores, acompañados por unos 400 agricultores a pie, se han congregado desde las 11:00 horas en Valladolid para expresar su descontento ante lo que consideran una falta de respuesta efectiva por parte de los políticos hacia los problemas del sector agrícola. Aseguran que los desafíos que enfrentan son los mismos que el año anterior y que están obligados a competir con una desventaja considerable frente a productores de países fuera de la Unión Europea. Frente a esta situación alarmante, han advertido que el presente año estará marcado por un aumento en las concentraciones y manifestaciones, llegando al extremo de afirmar que podrían "quemar el Congreso" si no se producen acciones concretas en favor de sus intereses.
La convocatoria de esta manifestación ha sido realizada por la Unión Nacional de Asociaciones del Sector Primario Independientes (Unaspi), en colaboración con varias organizaciones, entre ellas Agrygal, el Movimiento de Agricultores y Ganaderos Independientes Nacional, el movimiento #Porlaunióndelcampo, y la Asociación de Agricultores y Ganaderos Libres de Zamora, con el apoyo adicional de Agub y Agribú de Burgos.
El representante de Unaspi, Carlos Duque, ha señalado que la situación actual del sector agroalimentario es prácticamente la misma que hace un año. Ha subrayado que "las normativas nos están ahogando", enfatizando que los mercados reflejan esta crisis y que desde Europa solo reciben "lápidas" que agravan su situación. Duque ha comparado la respuesta de los compañeros europeos, quienes llevan semanas protestando, con la indiferencia de la administración española, que parece burlarse de sus problemas en lugar de abordarlos de manera seria.
En su crítica, Duque ha focalizado su atención en la inacción de los políticos, mencionando específicamente al Ministro Planas y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quienes han ratificado el Tratado de Mercosur, documento que considera una nueva "lápida" para el sector primario de Europa. "Los discursos son abundantes", ha afirmado, "pero lo que realmente sobra son las promesas vacías; lo que necesitamos son acciones concretas".
Duque ha dejado claro que el año que comienza se presenta con un panorama lleno de manifestaciones, advirtiendo que el sector agrícola se mostrará "muy unido". Resaltó que a pesar de que se habían pactado 43 medidas, la situación sigue siendo crítica, con problemas de rentabilidad y costes de insumos que continúan en aumento. También destacó la competencia desleal que representa Mercosur, aclarando que los productos de aquellos países se cultivan con semillas transgénicas a un costo mucho menor, algo que no parece preocupar a la clase política.
La falta de regulación adecuada en el etiquetado de los productos también ha sido motivo de indignación. Duque ha denunciado que, aunque se está trabajando en ello desde la Consejería de Industria, la realidad es que varias toneladas de legumbres, como garbanzos y alubias, continúan entrando a España desde países como Canadá o Argentina. Esta situación crea una competencia desleal que, en su opinión, socava la capacidad del agricultor español de competir en términos justos.
El impacto de esta situación es palpable. Duque sostiene que el sector agrícola está "en retroceso" y que se está llevando al agricultor a una situación insostenible. Advirtió que, si esta tendencia no se revierte, todos, incluso aquellos que viven en las ciudades, pronto se verán afectados por la escasez de alimentos de calidad. "Cuando todos estemos en problemas, los del campo encontraremos cómo sobrevivir, armándonos de lo que podamos producir, mientras que aquellos en las ciudades sufrirán las consecuencias más graves", afirmó con preocupación.
Las demandas de los agricultores han sido dirigidas tanto a la consejera de Agricultura como al delegado del Gobierno, aunque han dejado claro que acudirán más allá para ser escuchados. "Es necesario que vayamos a quemar el Congreso", declaró Duque, recalando que estas acciones son una respuesta a las políticas que considera perjudiciales y que tienen un impacto negativo en el campo. Criticó la tendencia actual hacia las energías renovables, argumentando que si el futuro se centra en la producción de placas fotovoltaicas en detrimento del cultivo de cereales, el campo sufrirá aún más.
Por su parte, Gonzalo Martínez de Agrypal ha instado a la sociedad a unirse y a apoyar la causa de los agricultores. Criticó las "normas ecológicas descabelladas" impuestas por los políticos y alertó sobre el inevitable aumento de precios en los alimentos. "Esta manifestación es un llamado a la gente de la ciudad, para que entiendan que si no apoyamos al sector agrícola, los precios de la cesta de la compra se dispararán", aseveró, reiterando que el agricultor español se encuentra en desventaja y no puede competir en igualdad de condiciones contra otros productores.
La protesta de los tractores se ha dirigido hacia la avenida Gloria Fuertes, donde se ubica la sede de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León. En este lugar se ha incorporado el nutrido grupo de agricultores a pie, sumando alrededor de 400 participantes. Tras la concentración, los agricultores han llevado a cabo una manifestación conjunta que se ha trasladado a través de varias vías importantes, incluyendo el puente del Poniente y las calles que rodean la Delegación del Gobierno en Castilla y León, culminando en el estadio José Zorrilla.
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