Crónica Castilla y León.

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Aumento de psicólogos clínicos y unidades para mejorar la atención en Salud Mental.

Aumento de psicólogos clínicos y unidades para mejorar la atención en Salud Mental.

VALLADOLID, 14 de enero.

La Junta de Castilla y León ha decidido fortalecer la atención en Salud Mental al incrementar la cantidad de psicólogos clínicos en las once áreas de salud de la región, poniendo especial énfasis en las zonas rurales. Además, se establecerán unidades hospitalarias específicas y multidisciplinares, todo con el propósito de asegurar que la atención brindada sea de la más alta calidad, más humana y también más eficiente.

Este anuncio fue realizado por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, en Valladolid, durante la presentación de la nueva Estrategia de Salud Mental de Castilla y León para el periodo 2024-2030. Tal estrategia se describe como una 'hoja de ruta' destinada a dotar a la Comunidad con 'una red que esté a la vanguardia', abarcando más de 200 acciones distribuidas en siete líneas esenciales y cinco grandes líneas transversales, que incluyen temas como la humanización, la prevención, la coordinación, la digitalización, la formación y la investigación.

El presidente Mañueco, acompañado de los consejeros de Sanidad, Educación, y Familia e Igualdad de Oportunidades, remarcó la importancia de la Salud Mental como un asunto 'real' y 'el gran reto del siglo XXI'. Para enfrentar esta problemática, Castilla y León cuenta con 'grandes profesionales de todos los ámbitos' que han colaborado para crear una red de 'detección y alerta' que involucra los sectores sanitario, educativo y social.

Durante su intervención, Mañueco destacó los logros obtenidos hasta la fecha, mencionando la figura de los 1.300 orientadores educativos que velan por la salud mental en las escuelas de la Comunidad, así como la existencia de profesionales 'de enlace y de referencia' en cada área de salud y orientadores sociales con especialización en este ámbito.

Aunque no se precisaron cifras sobre la cantidad de nuevas plazas que se generarán, se anunció que se ampliarán los servicios de salud mental dirigidos a las personas mayores, con un refuerzo en las consultas de psicogeriatría y unidades diseñadas para optimizar tratamientos y dar seguimiento a casos complejos. Asimismo, se implementarán 'unidades multidisciplinares contra el deterioro cognitivo' que se irán desarrollando durante la vigencia de la estrategia.

Mañueco también reafirmó su ‘compromiso’ con el ámbito rural, señalando que se facilitará un mayor acceso a la atención de Salud Mental en los centros rurales mediante el aumento del número de psicólogos clínicos en cada una de las once áreas de salud de la región.

Además, se fortalecerá la red de hospitales de día y los programas de hospitalización parcial que operan en las distintas provincias. En este sentido, se destacó que, además de la creación de nuevos hospitales de día en Salamanca, León y Burgos, la Junta establecerá unidades de hospitalización específicas que atenderán las necesidades de las nueve provincias.

El presidente también mencionó que este año se pondrá en marcha en Salamanca una unidad especializada en la patología dual con adicciones; en León, se liberará una unidad para tratar patología dual en personas con discapacidad intelectual o trastornos del neurodesarrollo; y Burgos contará con una nueva unidad infantojuvenil dirigida a trastornos de la conducta alimentaria. Además, al igual que Valladolid, Burgos implementará programas pioneros de hospitalización a domicilio para pacientes infanto-juveniles.

Asimismo, se mencionaron nuevos programas de atención perinatal dirigidos a mujeres con trastornos mentales, que incluyen la figura del 'referente en violencia de género', destinada a intensificar la asistencia a mujeres que son víctimas de violencia machista.

Todo esto con el objetivo de garantizar una atención cada vez más centrada en el ser humano, que proteja los derechos de los afectados y busque erradicar el estigma que rodea a los problemas de salud mental.

La Estrategia de Salud Mental de Castilla y León se estructura en tres líneas 'principales'. La primera de ellas es la humanización, que pretende 'respetar' los derechos de los usuarios, tanto de los pacientes como de sus familias, al mismo tiempo que se trabaja para eliminar el estigma asociado a los trastornos mentales. Dicha línea se basa en los objetivos del Plan de Humanización en Salud Mental de la comunidad, subsidiario de medidas específicas para asegurar 'un trato digno y respetuoso'.

La segunda línea se enfoca en la promoción de la salud mental y la prevención de enfermedades, fundamentándose en la idea de que la mejor forma de combatir los trastornos mentales es prevenir su aparición desde el inicio. Esta línea de acción podrá adaptarse a distintos niveles de riesgo y contará con la participación de medios de comunicación, así como de profesionales con contacto directo con grupos en riesgo. Un ejemplo destacado es la Red de Enlace de Prevención de las Conductas Suicidas Infantojuveniles, que facilitará la detección temprana de situaciones de riesgo.

Finalmente, la tercera línea se centra en la coordinación y continuidad asistencial. Este aspecto implica 'acercar progresivamente la atención al entorno del paciente, incluyendo su hogar y su centro de salud,' lo que permitirá intervenciones más tempranas y efectivas. El modelo comunitario de atención en salud mental exige la existencia de recursos intermedios, tales como los hospitales de día, que permitirán que los pacientes mantengan su vínculo con su entorno sociofamiliar mientras reciben atención intensiva y flexible.

El plan también incorpora medidas 'innovadoras', como la apertura de unidades destinadas a población infanto-juvenil, donde se ofrecerá tratamiento sin separar al paciente de su contexto social y familiar. La digitalización juega un papel clave para alcanzar los objetivos de la Estrategia, facilitando la equidad en la atención mediante el uso de nuevas tecnologías. Por ejemplo, se mencionan herramientas relacionadas con la telepresencia, que mejoran la coordinación entre diferentes niveles de atención y permiten atenciones directas en situaciones urgentes.

Por último, la Estrategia impulsa la formación y la capacidad investigadora, proporcionando tanto a profesionales como a ciudadanos herramientas para identificar y abordar situaciones de riesgo. Este componente es 'esencial para eliminar el estigma y fomentar un enfoque más integral hacia los trastornos mentales'.

La Junta considera fundamental la colaboración del Tercer Sector Social para establecer prioridades y difundir socialmente estas iniciativas. Este enfoque refleja la intención del Gobierno autonómico de involucrar a la comunidad en la construcción de un sistema de salud mental más robusto y eficiente.