 
                                        Una jovencita y un menor, ambos pertenecientes a la etnia gitana, mantuvieron una relación sentimental que resultó en un embarazo para ella.
VALLADOLID, 19 Jun.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha revocado una sentencia condenatoria de dos años, nueve meses y un día de prisión que la Audiencia de Valladolid impuso a una joven de 19 años, G.J., por un delito continuado de agresión sexual hacia su novio de 14 años, también de etnia gitana, debido a la relación de pareja que mantenían a pesar de la oposición de la familia del menor y que resultó en el embarazo de la mujer.
La Sala de lo Civil y Penal del TSJCyL, con sede en Burgos, ha absuelto parcialmente a la acusada del delito de agresión sexual al considerar que existen circunstancias que justifican la exención total de responsabilidad penal de la joven en este caso.
El tribunal argumenta que si ambos se encuentran cerca en su desarrollo físico y psicológico, y la diferencia de edad no es significativa, no se impide la aplicación de dicha exención, por lo que la joven ha sido absuelta de este cargo.
Además, la sentencia de segunda instancia también absuelve a la mujer del delito de inducir al menor a abandonar el hogar familiar, al no haber pruebas suficientes que respalden esta acusación, pero mantiene la multa de 1.620 euros impuesta por el delito de quebrantamiento de medidas cautelares, según la información proporcionada por el Gabinete de Prensa del TSJCyL recogida por Europa Press.
En la sentencia anterior, la Audiencia de Valladolid impuso una condena de dos años, tres meses y un día de cárcel a la acusada por un delito continuado de agresión sexual hacia un menor de 16 años, así como seis meses de prisión por inducir al menor a abandonar su hogar y una multa de 1.620 euros por un tercer delito de quebrantamiento de medidas cautelares.
El tribunal justificó la condena argumentando que el consentimiento del menor no es válido legalmente debido a su minoría de edad, lo que le impide decidir con libertad.
En el juicio, la defensa de la joven argumentó que ambos tenían una relación amorosa recíproca, recordando la tradición gitana de casarse a una temprana edad, y destacó que la joven quedó embarazada y el menor quería seguir adelante con el embarazo.
Los hechos se remontan a la relación inicial de amistad entre la acusada, G.J., y el menor, tras conocerse en Segovia, donde residían. A pesar de la oposición de la familia del menor debido a su edad y al historial matrimonial de G., la pareja inició una relación de noviazgo en noviembre de 2021.
La Fiscalía sostuvo que la joven propuso al menor trasladarse juntos a Valladolid, donde comenzaron a vivir como pareja. A pesar de las prohibiciones de comunicarse, la pareja continuó su relación en varias casas abandonadas y fueron encontrados por la policía en diferentes ocasiones.
Finalmente, el menor decidió terminar la relación y regresó a su hogar en Segovia después de sufrir condiciones insalubres en las casas en las que había vivido con la acusada.
La pareja fue localizada nuevamente en el Centro de Salud Delicias II mientras esperaban una consulta en el Servicio de Ginecología, y el menor fue devuelto a su hogar en Segovia por enésima vez.
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